La ‘huesuda’ está imparable en la frontera sur. No había transcurrido ni un día de reportado el asesinato de los dos hombres a los que torturaron y maniataron, cuando hubo un nuevo crimen en la ciudadela Miraflores, sector suburbano del cantón Huaquillas, provincia de El Oro.

Esta última víctima es Julio César Olaya Sánchez, de 50 años, a quien los vecinos conocían como Perico, porque supuestamente se dedicaba a la venta de droga.

Según los primeros datos policiales, Olaya era “visitador” constante de la cárcel, pues continuamente agentes de la Unidad de Antinarcóticos de El Oro le “caían” en caleta.

A las 21:00 del martes 10 de mayo de 2022, el hombre salió de casa, presuntamente a dejar un pedido, pero mientras esperaba llegaron dos sujetos en moto. El que iba de acompañante se bajó y le propinó seis disparos a Perico, quien quedó en el piso.

El capitán Hólger Guillén, jefe del Circuito Huaquillas, mencionó que el cuerpo presentaba tres heridas de bala, dos en las extremidades y una en el rostro.

Pero en el vecindario, sin identificarse por miedo, comentaron que la muerte de Olaya fue anunciada a través de una cadena de WhatsApp que se difundió horas antes.

En el mensaje, supuestamente emitido por integrantes del cartel de Jalisco Nueva Generación, se advertía sobre una serie de muertes en Huaquillas.

Dentro del listado, se mencionaba a un Perico, por lo cual se extendió el temor de una amenaza cumplida. (DAD)