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El cadáver de Valencia fue recogido por familiares y vecinos, que utilizaron una sábana blanca. Luego llegó la Policía e hizo el respectivo levantamiento.luis cheme

Quinindé: Le pegaron tres tiros mientras iba en una moto con su hija

La víctima es un hombre que había salido de la cárcel recientemente y tenía un amplio historial delictivo. Su asesinato sería obra de las mafias de la droga. La niña salió ilesa.

Jonathan Jair Valencia Angulo había visitando a su papá en el barrio “Qué Chucha”, ubicado en Quinindé (provincia de Esmeraldas), y al regresar a casa en su moto, notó que unos hombres lo seguían en un vehículo similar. En esas circunstancias trató de huir, por lo que cruzó el centro de la ciudad a toda velocidad. Lo acompañaba su hija de 10 años.

Pero Valencia no alcanzó a llegar a su domicilio. Cuando iba la altura de un supermercado, sus perseguidores le  propinaron tres certeros tiros en la cabeza que acabaron con su vida de inmediato. Antes de fallecer avanzó unos 20 metros más en su moto hasta caer sobre una vereda. Testigos cuentan que su hija salió ilesa y corrió asustada hasta su casa para avisar a los familiares.

El cuerpo quedó tendido en la acera sobre un charco de sangre, frente a la mirada de los curiosos que se amontonaron en el sitio. El hecho ocurrió aproximadamente a las 19:15 del miércoles 4 de mayo.

La víctima tenía antecedentes penales, según información preliminar de la Policía. En 2012 fue detenido y sentenciado a dos años de reclusión mayor por tenencia ilegal de sustancias estupefacientes.

Mientras que entre 2015 y 2020 Valencia estuvo detenido por robo y por tenencia ilegal de armas. Esto fue corroborado por una vecina del sector, quien confirmó que hace poco tiempo había regresado al barrio después de una temporada en la cárcel.

La Policía presume que la razón de esta ejecución sería la disputa de territorios para la venta de drogas. Hasta el mediodía de este jueves 5 de mayo, la Policía acantonada en Quinindé no se refería a este caso.

Un testigo y morador del barrio Malecón del Río Quinindé comentó que días también habían intentado matar a Valencia afuera de su casa. “Se salvó porque estaba la mamá y las hijas allí, pero ya lo estaban cazando”, contó el vecino que no quiso identificarse.

El cantón Quinindé había recuperado una relativa calma después de varias muertes violentas ocurridas entre diciembre de 2021 y enero de 2022. El último asesinato al estilo sicariato ocurrido en esta ciudad fue el de dos hermanas que fueron asesinadas a balazos el 19 de enero pasado, en la vía a Palcién, sector Horizontes Bajos. Las mujeres se encontraban junto a su madre cuando de repente llegó un hombre a bordo de una motocicleta y les disparó en la cabeza.

Una de las personas que participó en este improvisado levantamiento de cadáver fue el tío de la víctima, el exfutbolista Kléver Corozo, quien también habita en el barrio Malecón del Río, en Quinindé.

Sin embargo, tal como dicta el procedimiento, la Policía intervino y el cuerpo fue llevado a Esmeraldas para los trámites de ley.

Hasta las 13:00 de este jueves los restos de Valencia aún no retornaban a Quinindé, donde familiares y amigos lo esperaban para darle cristiana sepultura. Su sepelio estaba previsto que se realizara ayer mismo en el Cementerio General de este cantón esmeraldeño.