Exclusivo
Judicial
Ecuador: Organizaciones criminales mantienen una guerra sin tregua
Han hablado de paz, pero no de dejar de matar. Un miembro de la Comisión de Pacificación y el SNAI tienen versiones contrapuestas.
En apenas medio año, este 2022, Ecuador ha superado las 2 mil muertes violentas. El 90 % de estas correspondería a disputas relacionadas con organizaciones criminales dedicadas al tráfico ilícito de sustancias estupefacientes, según fuentes oficiales consultadas por Diario EXTRA.
Este es el resultado de una guerra vigente entre Los Choneros y sus enemigos, quienes se han unido para luchar en su contra: Los Lobos, Los Tiguerones, Los Chone Killers y los Latin Kings. Y a estos se suman también Los Lagartos, quienes defienden a ‘sangre y fuego’ su territorio, asentado en el Guasmo, sector identificado como el más conflictivo del sur de Guayaquil.
En la actualidad, se considera que esta violencia tiene origen en las cárceles, que han sido denominadas como “universidades del delito” por el padre Luis Barrios, quien además de profesar su fe es también psicólogo forense y catedrático del instituto John Jay College of Criminal Justice, de la Universidad de Nueva York.
Él formó parte de la Comisión de Pacificación y Diálogo Penitenciario que creó el Gobierno para buscar una solución al problema carcelario, pues las masacres registradas desde 2021, con más de 300 presos muertos, no solo preocuparon a los ecuatorianos, sino también a la comunidad internacional, que apuntó su mirada hacia nuestro país.
Para el experto, en el tiempo que trabajó junto con otros ocho especialistas, no se logró el objetivo principal: dar, por lo menos, los primeros pasos hacia la pacificación entre las bandas delictivas, pese a que estas elaboraron y firmaron supuestos acuerdos de paz (ver infografía). El problema -señala- fue que nunca se sentaron entre enemigos a dialogar.
“Soy fiel creyente de cualquier iniciativa que los internos puedan traer sobre la mesa para proyectos de pacificación. Los aplaudo y valoro mucho (...) Está bien la iniciativa, pero ese es el comienzo. Para que esto funcione tiene que haber una tregua donde deberían decir: no vamos a pelear, no nos vamos a matar”, argumenta el padre Luis.
Sin embargo, ningún bando habría mostrado una intención real de dejar la violencia de lado. “No hay ni siquiera que entregar las armas, basta con decir que no van a usarlas (...). Entonces, si lográramos llegar ahí, que no hemos llegado, pues ya eso sería el comienzo”, explica el psicólogo forense.
El padre Luis lamenta que, por parte del Servicio Nacional de Atención Integral (SNAI), ente que dirige las cárceles, se buscara “desinformar al pueblo de Ecuador”, tras hacer publicaciones que hacían alusión a supuestos logros obtenidos para la pacificación.
“Es al SNAI que le conviene que se vea que todo está bonito, que está bajando el cielo a la tierra, pero a nada de esto hemos llegado”, enfatiza el religioso.
¿Qué hacer?
El padre Luis recomienda que, como parte de los protocolos, primero se identifique qué grupos de la población carcelaria “están conectados con las mafias de droga” y se los divida de aquellos que no, para corroborar quiénes están buscando los supuestos acuerdos para la pacificación.
“Si es el grupo que está con la mafia de la droga, esto (el proceso de pacificación) será muy difícil, porque estaríamos tratando con una economía ilícita. Y, con una economía ilícita, ¿cómo se puede llegar a acuerdos?”, cuestiona.
Por eso, estima que la única manera en que se podrían lograr alianzas con el crimen organizado, sería que funcionarios del Gobierno también sean parte de la corrupción. Y no lo descarta, porque según él, habría personas que contribuyen con el transporte de drogas y armas.
“Es que esto no solo debe ser un acuerdo de pacificación de internos. Aquí hay que agarrar a unos funcionarios, gente del SNAI, militares, policías, que son corruptos. Hay otros que no lo son y eso ya es harina de otro costal. Hay internos que no están trabajando con droga, esos también son harina de otro costal”, añade el catedrático.
El problema
Para el padre Luis, “el problema de las cárceles de Ecuador es estructural. No es como lo quieren vender, que son asuntos personales e interpersonales entre personas privadas de libertad (...). Comienza con hacinamiento y sigue con todo un proceso sin rehabilitación. La gente sale peor...”.
El comisionado menciona también que bajar el hacinamiento, sin que exista un programa de rehabilitación que garantice una reinserción social, tampoco serviría de mucho.
“La gente que está asesorando al presidente (Guillermo Lasso) viene de formación militar. Esto no puede ser así. Hay que romper con esa cultura policiaca que tienen ahí en Ecuador y empezar a traer otra gente también desde la perspectiva legal, psicológica, de trabajo social, de medicina y desde la iglesia, pero ya”, señala Barrios.
VERSIÓN OFICIAL
SNAI informa que no ha recibido notificaciones
El SNAI, al ser consultado tras las declaraciones del padre Luis, ha informado que no cuenta con información precisa ni judicializada de lo detallado por el comisionado, acerca de una presunta infracción penal y que tampoco “cuenta con registro ni notificación alguna por parte de la Fiscalía, institución encargada de investigar delitos”.
En la respuesta enviada a EXTRA, se señala también que, al conocer lo dicho por Barrios, los principales centros penitenciarios de la urbe porteña han solicitado “a la Comisión los nombres de militares, policías o servidores penitenciarios; presuntamente involucrados, con la finalidad de iniciar los trámites administrativos o legales que correspondan, sin recibir respuesta”.
En el escrito, el SNAI indica que el padre “ha tenido visitas muy cortas y esporádicas” a los centros carcelarios y que “siempre se han tenido las puertas abiertas y la información requerida que ha sido entregada oportunamente”.
Finalmente, en el escrito se hace referencia al respaldo de instituciones y organismos internacionales, “para enfrentar la crisis carcelaria que data de hace años atrás”.