Se salvaron de ser incinerados vivos, pero no pudieron evitar el castigo de la comunidad por intentar robar un minimarket de la localidad de Ucubamba, este de Cuenca. Fue cerca de la medianoche del jueves 20 de abril del 2023, que dos supuestos bandidos llegaron al sitio y se ubicaron cerca de la puerta del local. 

En ese momento no había vecinos presentes y comenzaron a forzar la seguridades del negocio. No contaron con los sistemas de videovigilancia que colocó el barrio para blindarse contra la delincuencia. En segundos, toda la barriada salió a las calles con palos y bates, logrando aprehender a los sospechosos que, por la prontitud de la reacción comunitaria, no pudieron correr.

 La muchedumbre los acorraló y los sometieron contra un poste de alumbrado público. “Hay que quemarlos” gritaban unos, otros procedieron a golpearles con correas de cuero, palos, bates y puño. “No somos ladrones. Por qué nos pegan. Dios mío auxilio” decían los dos sujetos de unos 30 años aproximadamente, a quienes los nativos los acusaban de ser quienes querían meterse al negocio. 

“Aquí no se roba”, continuaba vociferando la barriada. Pasaron entre unos 15 a 20 minutos de golpes y advertencias, hasta que para el bien de los sospechosos, llegó personal policial y evitó que sean incinerados. El hecho no es aislado ante la organización comunitaria de la gran mayoría de barrios rurales de Cuenca, que, ante el auge delictivo, ha decidido organizarse para enfrentar por sus propios medios a los delincuentes, ladrones y extorsionadores. 

Es el quinto caso en quince días, en el que la colectividad aprehende y lincha a presuntos delincuentes que llegan a sus jurisdicciones para delinquir.

Los habitantes de las parroquias y barrios de Cuenca están unidos, con diferentes marchas en contra de la inseguridad y con la advertencia de hacer justicia por manos propias, han reaccionado en procura de conseguir la paz y tranquilidad colectiva, desmejoradas por la presencia de la delincuencia.