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Imagen referencial. Las caricias despúes de la intimidad, son relevantes para las conexiones de pareja.Pexels

Aftercare: ¿por qué son importantes las caricias después de tener relaciones?

La intimidad no termina con el clímax. El momento posterior, con caricias o gestos de atención, puede fortalecer la conexión emocional en la pareja

El sexo no termina con el orgasmo. Hay un después que puede marcar la diferencia en la conexión emocional y física de una pareja. Ese momento posterior al ‘cuerpeo’, donde las caricias, las palabras bonitas o simplemente un gesto de atención pueden fortalecer el vínculo, es lo que se conoce como ‘aftercare’ o poscoito.

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Esta práctica, que nació en la comunidad BDSM (relativa al sadomasoquismo) como un espacio de recuperación tras sesiones intensas de dolor, hoy en día es clave en cualquier tipo de relación sexual, según expertas.

Ana Karina Ramón, sexóloga.Cortesía

No es solo para el sadomasoquismo

La sexóloga Ana Karina Ramón (@sexologa_Anakarina) explica que estos apapachos postsexo “hacen referencia a esos cuidados físicos, psicológicos o emocionales, como un beso, una caricia o un piropo, cualquier gesto en el cual las dos personas se sientan bien luego del acto sexual”.

Añade que esto no es exclusivo de quienes practican sadomasoquismo: “Al final, creo que después del acto, todas las personas necesitamos ese cariño, ese cuidado, esas palabras de aliento y ese abrazo”.

Más allá de la ternura, el ‘aftercare’ también tiene efectos psicológicos positivos. “Ayuda a disminuir los niveles de estrés porque, ¿quién no se ha preguntado después de un encuentro sexual: ‘¿Le habrá gustado?, ¿qué pensará de mí?’ Entonces, dar un espacio para tocar estos temas y brindar una palabra de aliento hace que las inseguridades, que generan estrés, vayan desapareciendo”, explica Ramón.

Además, la doctora dice que muchas personas pueden experimentar reacciones emocionales inesperadas durante la intimidad. Por ejemplo, durante un orgasmo se puede llorar, y no es porque no estuvo bien el acto, sino porque, dentro de la fisiología del orgasmo, pueden disminuir los niveles de dopamina (placer). En este caso, esas caricias después del acto serían el momento ideal para dar seguridad.

El aftercare puede ayudar a reducir niveles de estrés.Pexels

Pequeños gestos, grandes efectos

La sexóloga Silvia Guevara (@sexologa_Silvia) sostiene que hombres y mujeres pueden experimentar el poscoito de manera distinta: “Si los hombres consideran que tuvieron un sexo muy satisfactorio, tendrán mucho sueño. En cambio, en las mujeres no les produce sueño, sino que las activa”. Por tanto, recomienda buscar un equilibrio.

Por eso, no siempre se trata de un gran despliegue de caricias o palabras dulces; a veces, el contacto más simple hace la diferencia. “Basta con poner la pierna encima de tu pareja o rozarse los pies, como diciendo que todo está bien”, afirma.

Y es que Guevara ha visto de cerca cómo afecta la falta de estos ‘cariñitos’: “La queja principal suele ser de las mujeres. Tengo pacientes que me han dicho que se sienten usadas porque solo las ven como un reservorio, que no les importa cómo quedaron ellas... se sienten despreciadas”.

Silvia Guevara, sexóloga.Cortesía

En relaciones casuales, la terapeuta recomienda claridad desde el inicio: si se trata solo de sexo, es aceptable decir frases como “me fascinó”, pero no es apropiado declarar un “te amo, quédate para siempre conmigo”, ya que esto es solo un efecto momentáneo y energético debido a la oxitocina liberada en ese rato. “Seamos coherentes con lo que decimos”, aconseja.

El lenguaje del cariño

Cada persona recibe y da afecto de manera diferente, por eso no hay una sola fórmula para el apapacho post-sexo. "Hay que ir buscando, independientemente de si son hombres o mujeres, cuál es el lenguaje del amor de cada uno", concluye Guevara. "Algunas personas necesitan escuchar palabras lindas, otras prefieren caricias físicas".

Lo importante es no subestimar ese momento después del sexo, porque, al final, el placer no solo está en el clímax, sino también en la forma en que nos cuidamos mutuamente.

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