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Érika Vélez asesora a su madre para mejorar su rendimiento en televisión.Cortesía

Tatiana Zambrano, madre de Érika Vélez, incursiona en la televisión a sus 63 años

Incursiona por primera vez en TV. Su actividad política y servicio social le han dado la fluidez para dirigirse al público

Tatiana Zambrano, a sus 63 años, sigue los pasos de su hija Érika Vélez en la televisión. Pararse frente a una cámara para dirigirse al público no fue difícil para Tatiana. Su fluidez de palabra se remonta a principios de los ochenta, cuando fue nombrada Jefa Política de Manta, la primera mujer en ese cargo. También ha sido concejal por un partido político, Vicealcaldesa y Directora del Patronato.

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A esto se suma su labor social de más de tres décadas, que la ha mantenido en contacto con la comunidad, funcionarios y periodistas. "No le temo a las cámaras, porque me gusta comunicarme con la gente", recalca.

Nacida en Chone, 'Tati', como es conocida, llegó a Manta para estudiar en la universidad, pero el amor cambió su rumbo. "Se me atravesó el señor Vélez, nos enamoramos perdidamente y al mes de conocernos nos casamos. Todo lo hicimos dentro del matrimonio, llevamos 43 años juntos", asegura la mujer del mechón blanco, una característica con la que nació y que es parte de su imagen.

Orgullo y satisfacción por Érika Vélez

Tatiana Zambrano es panelista de programa Reinísimas, de Oromar TV.Alejandro Giler / EXTRA

Ser la madre de la manabita más famosa del país le llena de orgullo y satisfacción, por todo lo que la actriz y animadora ha logrado y por los valores que inculcó a sus tres hijos, Rubén, José David y Érika. Lamentablemente, Rubén falleció hace 22 años en un accidente de tráfico en plena adolescencia, un tema que aún le arranca lágrimas y es mejor evitar.

Por sus hijos renunció a seguir en la política, pero nunca abandonó su obra social, una pasión para ella. "A mí me gusta ayudar, trabajar. No me van las venias ni los halagos, sino ir hombro a hombro con la gente. Aunque me dieran un puesto sencillo para vender empanadas, siempre tendría que estar organizado. Yo he sido un instrumento de Dios", argumenta.

Autocrítica a su trabajo

Cada día, antes de entrar al programa de variedades donde es panelista, revisa y estudia los temas que va a tratar. Se considera muy autocrítica, pero es Érika, con su experiencia, quien le hace las observaciones necesarias para mejorar, tal como ella lo hizo cuando su hija comenzaba en la televisión.

"Le he pedido que vea los programas, los tiene grabados, me ha dicho que le gusta lo que hago. Mantenemos una relación muy cercana, por eso también me atrevo a aconsejarla, a cuestionarle lo que no debió decir o lo que no me gustó, el peinado o la ropa. Lo hacía cuando era más joven, ahora tiene mucho estilo y sabe cómo desenvolverse", recalca de la exreina de Manta, de 42 años.

El consejo que sigue al pie de la letra es tomar el programa como una diversión. "Con las chicas que comparto, Vanessa Passailaigue, Ángela Orellana, Marian Sabaté y Adriana Tovar, hay buena vibra. Nunca he hecho TikTok y Ángela me metió en esto", dice.

Érika Vélez con su mamá, Tatiana Zambrano, en una sesión de fotos.Instagram: @tatizamve

No usa escotes, no fuma y toma un par de copas de vino, pero si otras lo hacen, no critica ni juzga. Es consciente de que ser una figura pública trae consecuencias, especialmente con las críticas implacables en las redes sociales. Hasta ahora, ha recibido buenos comentarios de los televidentes.

Cuando se le pregunta si su vinculación con Érika fue el impulso para su entrada en televisión, responde sin dudar: "Podría ser". Agrega que conoce a Rocío Dunn, productora del programa Reinísimas de Oromar TV, desde hace 25 años, y que tal vez la invitó por su trayectoria política, su ayuda social y "porque hablo bastante", sostiene entre risas.

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