Chofer de bus, arquero profesional, comediante, animador, cocinero de salchipapas... Jonathan Andino le ha entrado a todo. Ahora es conocido como El Longazo y es uno de los creadores de contenido más versátiles del mundo digital.

El quiteño se caracteriza por hacer sketch cómicos. Los videos que lo catapultaron a la fama fueron unos en los que calificaba como ‘longazo’ a ciertas actividades cotidianas. Por ejemplo, decía: “Si utilizas la camiseta vieja como trapeador, ¡longazo, mijo!”.

De a poco fue escalando en visualizaciones. La red social que le sirvió como vitrina para mostrar su contenido gracioso fue TikTok. En la actualidad, cuenta con un cuarto de millón de seguidores y tiene más de seis millones de me gusta.

En el perfil tiene el nombre de Lázaro, porque así le decían de cariño hace algunos años. Sin embargo, cuando empezó a ser reconocido, los fanáticos que le veían en la calle le gritaban “¡Longazo, una foto!”. El influencer reconoce que al inicio se molestaba por eso, pero ahora, hasta manda a bordar gorras con ese nombre.

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El Longazo ha recorrido un largo camino

Su anhelo siempre fue ser futbolista. El Longazo cuenta que a los 17 años entrenó en el Técnico Universitario. Recuerda que no era disciplinado, tuvo varias lesiones y abandonó las canchas.

Dos años después ganó 12 ‘lucas’ en un concurso televisivo y luego trabajó por siete años en una radio capitalina. Hacía chistes.

De ahí fue conductor de buses y también se puso un local de salchipapas en Chillogallo, en el sur de Quito. En el negocio hizo sus primeros ‘en vivo’ pelando papas y friéndolas, de paso se mandaba algún ‘cacho’.

Ahora, El Longazo se ha juntado con otros dos creadores de contenido, La Lola y El Colágeno, con quienes han apostado por una nueva forma de generar ‘likes’ y billete. Hacen publicidad para marcas y le añaden el humor como un toque particular.

Le piden a la empresa cuál es el servicio o producto que quieren promocionarlo y con base en las características del mismo, arman un guión con una historia de hasta siete minutos. Este nuevo formato le ha dado más reconocimiento, a tal punto de que el influencer asegura que vive de las redes sociales desde hace ocho meses.

Pero no todo es ‘color de rosa’. El Longazo afirma que ser una figura pública no le permite tener una vida social como quisiera. Esta expuesto a las críticas y, en la calle, sus fanáticos no lo dejan en paz. Y por si fuera poco, también ha estado envuelto en polémicas. En una ocasión se ‘piteó’ con el reconocido influencer Kike Jav por unos videos que prefiere no recordarlos.

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