Su primer premio por cantar fue una funda de pan y un litro de leche, tenía solo 8 años, pero desde entonces Daniel Flores supo que dedicaría su vida a ser artista.

Tanto así, que con solo 11 años, en lugar de comprar un libro escolar gastó el dinero en un disco de The Beatles, que su papá se lo terminó “rompiendo en la cabeza del coraje”.

El Errante, como se lo conoce por haber sido el vocalista de la exitosa banda juvenil de los años 70, Los Errantes, revela con sinceridad que la vorágine del éxito le llegó con tanta fuerza que estuvo a punto de destrozar su matrimonio.

Y así comenzó todo... sus inicios en radio Universal siendo un niño, dice que son de sus recuerdos más preciados.

“Un día yo iba contento a mi casa con mi funda de pan y la leche Pluca que daban de premio en la radio y me caí. La calle no era pavimentada y llegué todo enlodado, pero mi mamá me recibió feliz el pan que le llevaba”.

Mientras estudiaba en el colegio Eloy Alfaro, su pasión artística cuenta que se afirmó, ya que pasó a integrar el coro estudiantil y luego la agrupación musical de la institución.

De aquella época rememora los festivales intercolegiales, y cómo al graduarse formaron la emblemática banda Los Errantes, cuyos éxitos ‘Por culpa de tu amor’, ‘Quien tiene tu amor’, ‘Quisiera estar contigo’, ‘El beso del adiós’ o ‘Cómo deseo ser tu amor’, que se volvieron en canciones sin tiempo.

“En un diccionario buscamos el nombre para la banda y encontramos ‘errante: tribu nómada que anda de pueblo en pueblo, y nos quedamos con ese nombre”.

A diferencia de otros artistas que pasaron las verdes y las maduras para triunfar, Daniel explica que desde el principio contaron con el apoyo de Efrén Avilés, productor y director musical del desaparecido sello discográfico Ifesa.

“Un amigo le habló de mí, me escuchó cantar, nos prestó el equipo para ensayar y después hicimos nuestra primera grabación que fue un sencillo con las canciones Cómo deseo ser tu amor y Eva María, con las que marcamos un estilo propio”.

El reconocimiento fue inmediato -recuerda- llegaron los viajes, la fama y... las fans. Transcurría el año 1972 y el grupo estaba en la cumbre de la fama, cuando Daniel Flores se casó con Bella Quinde.

Fue en este tiempo que tuvo una relación con una admiradora, y tuvo una hija.

“Tengo cinco hijos, Lila, Maggy, Daniela, Daniel y mi otra hija que también se llama Daniela. Todos son muy unidos y se quieren mucho. Las chicas todas son artistas”.

Eso es lo bonito y duro de estar en un escenario -añade- porque las fans querían estar cerca de él. “Quieren tocarte, abrazarte, darte un beso y yo cedí”.

Han pasado más de 40 años y ahora entre risas cuenta que su mujer lo botó de la casa.

“Pero yo no me fui, no podía hacerlo y dejar a mis hijas Lila y Maggy que estaban chiquitas, yo las adoraba. Me botó con guitarra y todo a la calle, en un saco puso mis ternos, mis uniformes de Los Errantes, pero yo me quedé”.

Acepta que debido al éxito abrumador de Los Errantes fue una figura ausente para su familia.

“Cantaba hasta cinco veces por semana, tenía mucho trabajo y con eso les di una casa, educación a mis hijos y nada faltó en mi hogar. Pero ¿quién no se enamoró con mis canciones? ¿quién no se casó? ¡y hasta yo caí como gil!”.

Tras doce años de triunfos, Los Errantes decidieron separarse y Daniel se quedó sin nada.

“Se cansaron de tanto viaje, de andar de allá para acá, así que como éramos socios, nos repartimos los instrumentos musicales y nos separamos. Por ocho meses canté con mi hermano Toni, en su grupo Los Ranas. Luego, los hermanos Ibáñez me llamaron y fundamos la orquesta La Unión”.

Después pasó a la orquesta Blacio Jr., en la que su hija Lila, ya de 15 años, cantó con él por algún tiempo. “Cuando se terminó la Blacio, fundé mi propia orquesta a la que nombré Unión Latina”.

A diferencia de sus inicios, ya no le resultó tan fácil continuar. “Grabé dos canciones como solista, Así te quiero yo, y Si no amante tampoco amigo, lindas baladas, pero nunca trascendieron, no pasó nada”.

Asegura que el público solo quería escuchar los de Los Errantes, por lo que siguió por esa línea y descartó grabar nuevos temas, pese a que había un sector que lo criticaba por eso. “El tiempo me dio la razón, son canciones que se siguen escuchando 50 años después”.

Con 75 años y 50 de carrera artística, Daniel admite que el tiempo no pasa en vano y que le ha tocado hacer ciertos cambios.

“Como todas las cosas, la voz también baja de potencia , tuve que bajar un tono, pero manteniendo el mismo estilo y la misma voz, de tal manera que la gente dice que sigo cantando igualito”.

A pesar de ser artista, Daniel reconoce que nunca quiso que sus hijas fueran cantantes.

“Por la experiencia que yo tenía en tantos viajes, tantos sustos, viajando de noche, una vez casi me vuelco porque al carro se le reventó una llanta. Tenía miedo por mis hijas, pero ¿qué podía hacer? si lo que se hereda no se hurta”.

Para conmemorar 50 años de carrera profesional, Daniel ofrecerá un show junto a su hermano Toni, quien en los años 70 fuera vocalista del grupo Los Ranas, con éxitos como ‘Poquita fe’, ‘Interrogación’ y ‘Piénsalo bien’.

“La dinastía Flores es un concierto que estaremos brindando el 8 de septiembre, en La Posada de las Garzas, para rememorar todo el camino recorrido en la música. Y para dar gracias por todo lo vivido, siento que di buen ejemplo a mis hijas y me siento feliz de todo lo logrado”. 

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