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La celebración de los jugadores de El Nacional tras ganar la final de la Copa Ecuador.KARINA DEFAS / EXTRA

Copa Ecuador: La re-vuelta de El Nacional

Los puros criollos tumbaron a Independiente del Valle, un equipo con individualidades, pero muy satisfecho de sí mismo

No hay campeones la víspera. El miércoles 27 de noviembre, el favorito Independiente del Valle recibió -nuevamente absorto- un letal mensaje de la realidad: El Nacional, un once de hambrientos impagos, con tormenta entre camerino y dirigencia; arrebató un trofeo a su vitrina.

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Un problema tuco: IDV es un equipo ordenadito, con individualidades nivel Cheche Arroyo; ensayado y otros méritos. Pero también, peligrosamente, muy satisfecho de sí mismo. Y El Nacional, con carencias e incertidumbres, le recordó que, en cancha, el arte de hacer fútbol se parece al de la guerra: hay que hacerlo. Antes fue Liga de Quito el que le volteó un resultado: cuando IDV quiso asumir el desafío, fue tarde.

El Nacional abrió el cuartel a Gabriel Cortez, un brillante e indomable trabajador de la pelota. Se juntaron Fidel Martínez y Mario Pineida, maleteados del Barcelona y que hallaron en el rojo el placer de la revancha: los tres son determinantes en este respiro glorioso que fortalece a El Nacional.

A los 43 minutos el Loco, fusilero de mil batallas, tomó un rechazo de Bedoya. Aguantó el asedio del defensa y, área adentro, con cabeza fría y el túnel del caso, mandó al portero Moisés Ramírez a comer galletas.

La alegría del atrevimiento

Fidel Martínez aporta con su experiencia a El Nacional.KARINA DEFAS / EXTRA

Fidel Martínez, casi repite uno de esos goles arte con que ha contribuido a la revuelta militar: en minutos finales ensayó un derechazo camino al ángulo superior derecho de la cabaña. El arquerito Ramírez se lució con cinematográfica atajada.

El tercer comandante de este linajudo El Nacional fue otro soldado en cancha: Luis Arce, dueño de un largo trayecto marcado por el sacrificio, el talento y la constancia; fue omnipresente para recuperar pelota y apagar las intentonas vallunas.

Entre una tropa bañada en pundonor, el otro citable es el portero David Cabezas: con sapiencia, arrojo y acrobáticas intervenciones, reclama su llamado a la Tri. Pilas don Sebastián Beccacece: deje de regalar becas y premie los méritos.

La casa es chica pero el corazón es grande: El Nacional, con Marcelo Zuleta en la batuta, farrea luego de 18 años y el IDV se llena de dudas. Don Gandolfi: solo los pavos palman la víspera. Y eso de crónica de un título anunciado, aún no se escribe. Cuidado: entrando al horno, los de LDU me le patean el pavo.

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