Cristina Hidalgo fue coronada como Miss Ecuador en julio de 2019. Unos meses después llegó la pandemia... y fue un reto para cumplir con lo que se había propuesto.

La guayaquileña, de 23 años, y estudiante de Relaciones Públicas afirma que la crisis del coronavirus solo la impulsó aún más a realizar sus obras sociales.

“Trabajé día a día y junto con la Fundación Miss Ecuador logramos cumplir nuestras metas”, dijo la porteña de 1,76 metros.

Hoy, cuando está a pocos días de entregar la corona en Manta, el sábado 17 de octubre, Cristina abre su corazón para EXTRA.

¿Cómo cambió su vida tras ser coronada Miss Ecuador?

No diría que cambió, sino que evolucionó a una mujer más segura de sí misma y preparada para afrontar cualquier dificultad que se le presente.

¿Considera que cumplió sus metas trazadas para su año de reinado?

Sí, me siento realizada con todos los proyectos que pude ejecutar en mi año de reinado.

¿De qué manera afectaron el COVID-19 y la cuarentena sus actividades?

Tuve que trabajar desde casa, pero eso no impidió que avanzara en mis proyectos sociales, más bien fue un impulso para lograrlos.

¿Qué le faltó por hacer?

Quedaron algunos proyectos en mente, pero de a poco espero cumplirlos. Algunos a favor de la niñez y personas vulnerables.

¿Qué siente ahora que entregará la corona?

Estoy feliz y preparada para la nueva etapa que se viene en mi vida. Sabía que este día llegaría, pero seguiré con mis labores sociales.

¿Cómo cree que debe ser una Miss Ecuador?

Pienso que no hay características específicas, pero sí las ganas de trabajar por nuestro país y estar orgullosa de representarlo.

¿Qué consejo le daría a las 20 candidatas que compiten en Manta por el cetro de la más bella del país?

El mejor consejo que podría darles es que sean ellas mismas y enamoren a todas las personas con su carisma y dulzura, además que la que gane sepa que es un trabajo arduo, pero muy satisfactorio.