Carla Bruno adora el baile, la animación y sueña con ser una figura importante de la televisión ecuatoriana.

“Esos son mis sueños desde niña, es probable que los lleve en los genes, pero no lo hago por pretender ser como mi mamá, Carla Sala, sino porque es mi meta en mi vida”, explica a EXTRA la joven de 18 años, hija de la popular animadora y actriz guayaquileña.

Carlita dice que la persona que más admira es su madre, no solo porque es una figura que rompió esquemas y supo ganarse un puesto destacado en la televisión y la farándula ecuatoriana, sino porque como mamá ha sido excepcional.

“Lo que se hereda no se hurta, sé que por mis venas corre esa energía de querer ser artista, pero no quiero estar a la sombra de mi mamá, mi anhelo es brillar con luz propia”, expresa.

Debutó en la ‘tele’

La joven estudia Comunicación social, pues de esa manera se puede abrir campo en la televisión.

“Acabo de incursionar en la animación en el programa ‘Tendencias’, de VitoTVO, donde hablo de todo un poco. Es un espacio de variedades, entretenimiento y actualidad”; comenta.

Ella asegura que tiene muchas cosas en común con su madre, como el gusto por la danza. “Me gradué en la academia de baile a los 12 años y si ahora no lo hago con frecuencia es porque mis ocupaciones no me lo permiten”, manifiesta Carlita.

Es su decisión

Carla Sala comenta desde Argentina, donde imparte clases de baile en linea, que está feliz con el desempeño de su única hija y enfatiza que ella está abriendo camino sola.

“La apoyo como madre en todo lo que haga, ella es mi ‘niña grande’ y la amo, pero no le exijo nada, todo cuanto está emprendiendo es de su propia voluntad”, expresa la también animadora de 52 años.

Asegura tener una gran conexión con su hija y que además es su mejor modelo para su línea de trajes de baño. “Como madre la ayudo en lo que más puedo, pero está en ella que sepa surgir y ganarse un puesto en la animación, televisión, modelaje o baile, y sé que ella tiene todo para llegar a lo más alto”, finaliza Carla, quien en la década del 90 fue considerada la mujer más deseada del Ecuador.