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El fútbol y su misión de cambiar vidas en el sector de Socio Vivienda 2, al norte de Guayaquil.CARLOS KLINGER

Socio Vivienda 2: El fútbol como motor de cambio de vida

Entrenadores, jugadores y padres de familia, tienen fe que el fútbol les puede cambiar la vida a varios de los chicos. Calidad y fe la tienen 

La cancha se podría decir que es lo último de Guayaquil, a un costado ya no hay casas. Estamos en la cancha de Socio Vivienda 2, un sector de Guayaquil, que a muchos les da miedo ir. La violencia hizo que este lugar tenga mala fama. 

Pero aquí los entrenadores Ismael Nazareno, Pedro Mina, Walter Vernaza y Julio Carbajal se pusieron una meta: darle clases a los chicos del sector, a pesar de que de su bolsillo les toque sacar para la leche y los guineos.

Llegamos hasta Socio Vivienda 2

La escuela se llama Formativa Ismael Nazareno, entrena chicos de todas las edades, y cuando se les pregunta a dónde apuntan, ellos dicen que quieren jugar en el exterior.

Tanto los entrenadores como los padres de familia saben que el trabajo aquí tiene un fondo social: “Sabemos que el sector tiene mala fama, pero nuestra labor va encaminada en dos sentidos: primero el fútbol como opción de vida, para que se alejen del mal camino, y segundo que pueden tener la opción de una profesión, y ellos lo han tomado así”, expresa Nazareno, quien dice que debe tomar los malos ejemplos para hacer conciencia en los chicos. 

Ismael Nazareno y su proyecto en Socio Vivienda, entrenan hasta jóvenes de 18 años.CARLOS KLINGER

El “profe” Nazareno fue jugador de varios equipos profesionales como: D. Azogues, Liga de Portoviejo, entre otros.

Hasta ahora no han recibido un apoyo real, a veces hacen autogestión. Este año los chicos de la escuela fueron parte del equipo Africando, en la segunda categoría de Santa Elena.

El entrenador Pedro Mina es otro de los formadores, tiene claro cuál es el doble rol que cumplen: “Aquí la misión es salvar a los chicos de los malos pasos, y qué mejor con el fútbol. Ellos tienen hambre de ser jugadores, eso es bueno, a pesar de que no tenemos respaldo, el trabajo se lo hace como una labor social por la vida”.

Pedro Mina en un entrenamiento de la escuela en Socio Vivienda 2.CARLOS KLINGER

Los chicos entrenan todos los días desde las 15:30. Dixon Corozo, juega de volante y la tiene clara dónde quiere ir: el extranjero es su misión y por eso va a entrenar todos los días.

Tiene fe en que el camino que ha trazado Moisés Caicedo también puede ser el de él.

A un costado hay varios padres de familia que llegan a acompañar a sus hijos, como Carlos Jacome, quien comenta: “Es una buena idea la escuela, porque mantienen con la mente ocupada a los chicos. Estamos seguros de que muchos van a llegar a ser jugadores”.

Paola Calderón y Beatriz Nazareno son madres de integrantes de la escuela.CARLOS KLINGER

Beatriz Nazareno, es jugadora de fútbol en el equipo Alianza y tiene a sus hijos en la escuela. Dice que el fútbol aquí hace una labor social tremenda: “Da gusto ver que los chicos vienen a entrenar. Sería bueno que recibieran el apoyo de alguna institución”, dice la futbolera.

Mientras que Ennin Paredes, quien está sentado viendo a su hijo, expresa que el fútbol hace que los chicos tengan la mente en la preparación deportiva y eso ayuda mucho en este sector.

Ennin Paredes y Carlos Jácome, padres de familia de chicos de la escuela de fútbol.CARLOS KLINGER

El profesor Walter "Nene" Vernaza, que ha trabajado en otros proyectos deportivos, es otro de los entrenadores.

El sol comienza a desaparecer en Socio Vivienda 2, los chicos caminan a sus casas, los sueños de ser como Moisés Caicedo crecen cada día.

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