Gustavo Alfaro habló del empuje de la hinchada, de la necesidad de contar con ese jugador número 12 como un plus para estar a un paso de Catar 2022. Y tuvo razón. Con un graderío pintado de amarillo, Ecuador se recuperó a constantes golpes emocionales y rescató un punto ante Brasil (1-1) para acercarse a la Copa del Mundo.

El envión ayudó. Se lo sintió mucho más por la fiesta que se armó en el Rodrigo Paz Delgado. El fútbol se magnificó gracias a un público muy activo.

El primer tiempo, sobre todo, fue una mezcla constante de subidas y bajadas emocionales, con gritos que retumbaron en el escenario deportivo, tanto para alentar a los locales, como para reclamar al árbitro, Wilmar Roldán, por sus decisiones.

Este duelo, que era clave para llegar a Catar, inició con un subidón: Enner Valencia tuvo una muy clara oportunidad en el primer minuto, pero remató desviado.

Y de ahí vino el doble bajón, con el gol brasileño por parte de Casemiro y la expulsión del arquero Alexander Domínguez, por una fuerte falta. Nada que discutir ni reclamar.

Esos dos golpes parecían definitivos, pero pocos minutos después se recuperó la ilusión con las expulsiones de Emerson y Alisson. Aunque, la del jugador del Liverpool solo fue alegría de unos segundos porque Roldán revisó el VAR y la cambió por amarilla.

Solo después de que pasó todo eso, hasta el minuto 34, se vio más fútbol. A partir de ese momento quedaron a un lado los impulsos emocionales de los jugadores y se trató de poner la pelota al piso, de abrir los espacios con cambios de frente y con desbordes por los costados.

Con eso se buscaron soluciones futbolísticas a una propuesta brasileña muy conservadora. Después de todo, a los pupilos de Tite les convenía que no se juegue y se enfocaron en hacer su negocio, cortando el partido.

Para el complemento, Ecuador salió más decidido. Gonzalo Plata ganó protagonismo y empezó a desbordar con mucha insistencia. Una y otra vez volvió locos a los visitantes, pero sin la finalización adecuada frente al arco.

Y también hubo tiempo para más polémica, cuando anularon el gol de Michael Estrada porque salió el balón y rectificaron dos penales a favor de la Tricolor con apoyo del VAR, en especial el último, al minuto 90 cuando el golero Alisson le dio un golpe a Ayrton Preciado.

A pesar de ello, Ecuador luchó y empató a 15 minutos del final, gracias a Félix Torres. Y aunque hubo tiempo para buscar otro gol, las piernas no respondieron. Ni el “Sí se puede” alcanzó esta vez, por lo que los hinchas tuvieron que aceptarlo y felicitar el esfuerzo de los muchachos de la Tri con un aplauso tras el pitazo final.

Ahora a dar la vuelta a la página y preparar la visita del martes 1 de febrero a Perú, donde se puede sellar el boleto a la cuarta Copa del Mundo.