Juan Carlos Macías era juez de línea FIFA, a los 40 años le dijo adiós a la vida, era el orgullo de Salitre, el cantón que lo vio nacer. Los globos de color blanco fueron lanzados antes que su ataúd entre al cementerio por los chicos que un día los dirigió, los de la escuela de fútbol Victoria, del recinto del mismo nombre.

Salitre lloró a quien puso el nombre del sector en la FIFA, el cáncer le ganó el partido, pero su gente se queda con las palabras finales, cuando se retiró del arbitraje dijo: “La vida nos presenta diferentes etapas, esperando quien tome la posta, llegué a etapas más estelares en el arbitraje nacional e internacional”.

Según sus amigos, Macías se fue con un sueño que no lo pudo cumplir, servir a su comunidad como concejal, debido a que en febrero fue elegido, pero la vida se lo llevó al FIFA de Salitre, el árbitro, el directivo de Liga cantonal, el concejal.