La bandera de Haití en una cancha sudamericana poco se ve. Es la historia de Ricardo Adé. Sí, el jugador que más parece cantante de reggae; sí, el de las trenza, el 4 de Liga de Quito. Cuando el defensa central fue a buscar la bandera de Haití para el festejo sabía que estaba haciendo historia mundial

En realidad su historia es un ejemplo de perseverancia y superación, que nace en Haití, pero los episodios más duros los vive en las calles de Tailandia con un final vestido de blanco, con la Copa Sudamericana en sus manos.

En sus días jóvenes, Ricardo Adé cayó en una trampa que lo llevó a Tailandia bajo falsas promesas de un equipo de fútbol. Pero en lugar de lujos y gloria, se encontró viviendo en las calles y luchando por su supervivencia, con la desesperación como compañera constante. Las penurias eran tan extremas que su única comida al día se convirtió en un ritual de supervivencia.

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Adé, en medio de adversidades inimaginables, se encontró en una situación desgarradora. Sin embargo, no se rindió. Con valentía y determinación, perseveró en su sueño de ser un futbolista de éxito.

Su vida cuando cambió, al borde de abandonar el fútbol, fue a jugar a la tercera división de Estados Unidos. No la dejó escapar. Y en un giro de fortuna un empresario le ofreció una oportunidad de oro en Chile. Adé se aventuró en un nuevo capítulo de su vida.

En tierras chilenas firmó su primer contrato, tenía 27 años. Sus actuaciones en el campo llamaron la atención de Mushuc Runa y así comenzó su viaje en Ecuador. Desde jugar en la Segunda División de Chile, dio un salto notable en su carrera y llegó a la cima de la LigaPro con Aucas.

Pero el mayor logro de Ricardo Adé fue su hazaña en el 2023: se convirtió en el primer jugador haitiano en ganar la Copa Sudamericana, un hito que sin duda dejará una huella imborrable en la historia del fútbol. Su triunfo es una historia de superación, una narrativa de la lucha incansable contra la adversidad y la victoria final.

Sus palabras tienen mucho sentir humano: "Soy el primer haitiano campeón de la Sudamericana. A los niños de mi tierra les digo que sigan soñando", palabras que motivan a los pequeños de su país.

Adé, el hombre que una vez vivió en las sombras de las calles de Tailandia, ahora brilla como un campeón. Es la realidad de un defensa que se negó a ser derrotado.

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