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Arturo Espinoza (c) llegó junto a sus hijos, nietos y bisnietos para alentar al equipo de sus amores en el estadio Gonzalo Pozo Ripalda.RENÉ FRAGA / EXTRA

No quieren morir sin ver campeón a su Aucas

Mercedes López, Arturo Espinoza y César Román son el ejemplo vivo de la pasión que genera Aucas. Están ilusionados con el título. Resaltan la experiencia del DT César Farías para evitar sorpresas en la recta final.

Tomados del brazo de hijos, nietos y hasta bisnietos y luciendo orgullosos los colores amarillo y rojo, los hinchas que han acompañado toda su vida a Aucas llegan al estadio Gonzalo Pozo Ripalda.

Ese escenario donde en los últimos años han vivido más días tristes que alegres, ahora les llena de ilusión con la gran posibilidad que el Papá consiga su primera estrella. Es el caso de Arturo Espinoza, de 82 años, quien rememora que su amor por el cuadro oriental surgió cuando disputaba los partidos en el desaparecido estadio El Arbolito.

“A los 10 años fui a mi primer partido. Desde esa época no he dejado de alentar al equipo. He visto jugar a buenos futbolistas como Miguel Pérez, Gonzalo Pozo o los paraguayos Eusebio Rolón, Claudio Lezcano, Roberto Schettina. Ahora se repite el tener un buen equipo”, cuenta don Arturo.

Emocionado alza la voz y pide “que Dios nos ayude para que Aucas sea campeón y pueda morir tranquilo”. Este sentimiento lo comparte con sus familiares que lo acompañan en cada encuentro.

Entre ellos está Alexander Ruiz, quien resalta que “espero más por el abuelito y por mi tío que se consiga el campeonato. Ellos han acompañado por décadas al Papá, en las buenas y en las malas, y con su ejemplo nos han enseñado el amor por estos colores”.

BIEN CUIDADOS

A Mercedes López (d) la acompañan su nieto Ismael y el león Galíndez.RENÉ FRAGA / EXTRA

Sobre los factores extrafutbolísticos que pueden aparecer en la recta final de la definición del ganador de la segunda etapa de la LigaPro, Ruiz afirma que los aficionados están tranquilos. Destaca la figura del técnico César Farías, que quien dice “con su experiencia blindó bien al equipo para evitar la corrupción que hay en el fútbol”.

En este punto concuerda Mercedes López, de 64 años, al señalar que siempre que el Papá ha registrado buenas campañas “han existido presiones”.

“Hoy tenemos un señor director técnico que ha puesto a todos en su lugar. Los jugadores también están comprometidos y quieren hacer historia siendo campeones”, asegura doña Mercedes, quien va junto a su nieto Ismael, quien porta un león con la camiseta de Aucas a quien bautizó como Galíndez, en honor al golero oriental.

López comenta que para ser hincha de Aucas se debe acostumbrar a sufrir, porque el Papá es pasión. Tiene fe que este es el año del cuadro oro y grana, y que quiere cumplir el sueño de verlo campeón.

“Muchas personas que siguieron al equipo por varios años se han muerto sin verle campeón al Aucas. Estoy segura que podré cumplir este sueño de vivir la primera estrella”, confiesa doña Mercedes, que ha alentado al club en la segunda división y en las series A y B.

LA CÁBALA

César Román es conocido como la cábala del Papá. Desde que lleva su traje amarillo y rojo, el equipo no pierde.RENÉ FRAGA / EXTRA

En medio de los hinchas que llegan al estadio oriental resalta la figura de César Román. Luce una leva amarilla con cuello y puños rojos, acompañada de un sombrero. Las dos prendas con el escudo de Aucas.

A sus 71 años destaca que ahora el club está recuperando hinchada. “Llegan los abuelitos con los nietos. Me salen las lágrimas al ver eso. Nosotros los veteranos nos emocionamos al ver a los más pequeños alentar al Aucas. Algo que nosotros lo vivimos cuando fuimos niños”, recuerda.

Pese al último empate ante Mushuc Runa, no pierde la fe de que el Papá será finalista y agrega que ha conversado con varios hinchas y han concordado que “estamos tranquilos, vamos a derrotar a Barcelona en Guayaquil y ganaremos la etapa”.

Detalla que su llamativo look lo creó en 1998, pero que lo actualizó a la par que Aucas inició con su buena racha que lleva ya 18 partidos sin perder.

“Dicen que soy la cábala. Desde que volví a ponerme el traje, Aucas no pierde”, detalla don César y al igual que los aficionados orientales enfatiza que la ilusión de ser campeones está más fuerte que nunca.