Ronald Segura y Danni Cabrera eligieron un restaurante peruano, ubicado al norte de Guayaquil, para ver el encuentro entre Perú y Ecuador.

Ambos son novios desde hace 7 años. Él es ecuatoriano y ella peruana. Estaban apostando quién pagaba la comida.

Hasta antes del tanto de Édison Flores, Segura estaba festejando que le iba a salir gratis la cena. El hincha se paraba, gritaba y hasta molestaba a su novia, que solo atinaba a sonreír.

Pero tras el empate del conjunto peruano, la sonrisa del ecuatoriano se fue al piso.

Ahora era su novia quien empezaba a gozarlo, tras el tanto del volante del D.C. United de la MLS.

Al final del partido, como no hubo ganador, la cuenta iba a ser dividida, pero Segura, “como buen caballero”, no permitió que su novia pusiera un solo centavo.

“Mi novia estaba sufriendo, porque le iba a tocar pagar todo lo que pedimos (risas). Yo estaba feliz, no solo porque me iba a salir gratis la comida, sino porque también ya estábamos en el Mundial de Catar”, dijo el aficionado ecuatoriano.

Segura afirmó que para la próxima fecha alentará a la selección de su novia, pues espera que Perú también esté en la cita ecuménica de noviembre.

“Yo creo que Ecuador ya está clasificado. Ahora solo falta que vaya Perú, para que no se resienta la doña (risas)”.