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Michael Estrada: “Mi mamá se enojó cuando quise dejar el fútbol”
Por falta de recursos económicos, Estrada pensó en renunciar al balompié cuando tenía 13 años. Su mamá Karina Martínez evitó que la Tri se quedara sin delantero
El delantero de la selección de Ecuador, Michael Estrada, se sorprendió y paró su recorrido hacia el bus de la Tricolor, en la zona mixta del estadio Khalifa de Doha, Catar, al escuchar la frase que le dijo su mamá Karina Martínez cuando quiso dejar el fútbol profesional: “¿Y no querías ser jugador de fútbol? Te quedas en Ambato, no vengas a Guayaquil, y nada de llorar”.
“¡Epa! Eso fue fuerte”, respondió Estrada al recordar el consejo que le dio su mamita cuando apenas tenía 13 años, el cual le sirvió para enfocarse en su carrera futbolística y cumplir uno de sus sueños, defender a su país en una Copa del Mundo, manifestó en exclusiva con Diario EXTRA.
¿Por qué quería renunciar al fútbol profesional?
La plena que quería tomar la CITA (transporte público) e irme a Guayaquil. No me enseñaba en Ambato, no había dinero, hacía harto frío, era ‘pelado’ y extrañaba todo de mi casa. Me iba a ir, pero ella me aconsejó y me quedé, claro que después pedía a mis amigos que me lleven a los entrenamientos porque no tenía ni para el pasaje del bus.
¿Su mamá se enojó cuando se quiso ir de Ambato?
Cuando me fui a Ambato era ‘peladito’. Me ponía a llorar y quería regresarme, entonces llamé a mi mami diciéndole que volvía, ella se enojó tanto que me dijo unas palabras fuertes, no te puedo decir cuáles eran, pero ya se imaginarán. Insistió con que tenía que quedarme hasta que sea un jugador profesional y le hice caso.
¿Ese esfuerzo valió la pena?
Claro, fue duro, ya que debía hacer dedo para que me lleven a entrenar, pero sirvió para estar en el Mundial de Catar. Estoy en la cancha y mi familia está en las gradas apoyándome, esto es un regalo de Dios. Mis padres han sido un aporte fundamental, ahora disfrutan de esta fiesta. No se puede pedir más, solo darle las gracias a Dios y al profe Gustavo Alfaro que me sigue dando su confianza con minutos de juego.
Al finalizar el partido contra Países Bajos se arrodilló en medio de la cancha, ¿siempre lo hace?
Sí. Esta escena se les hace repetida a quienes conocen mi historia. Cuando era pequeño me arrodillé y le pedí a Dios que quería ser jugador, pero no solo deseaba eso, también le pedí que quería jugar un Mundial. Ahora estoy aquí y con ganas de jugar el tercer partido ante Senegal. Arrodillarme es una señal de agradecimiento a Dios, jugar un Mundial te marca la vida y no perder en dos partidos aún más. Estar acá con la selección es algo mágico.
¿Cómo está viviendo esto?
No sé si es realidad o un sueño, pero lo que estoy viviendo es demasiado grande. Solo quiero darle las gracias a Dios. Este Mundial hay que vivirlo con pasión. Muchos ecuatorianos han hecho un esfuerzo económico prestando dinero o gastando sus ahorros, eso lo valoramos mucho.
¿Será complicado clasificar?
Estamos tan cerca de hacer historia. Ante Senegal será un partido durísimo, pero Ecuador se juega la vida con el fin de seguir ilusionando a todo un país y dándole alegrías. Senegal es complicado, pero este grupo tiene sueños de grandes cosas. Así como nos enfrentamos a Catar y Países Bajos, así estamos enfocados en sumar, hay que dejarlo todo en la cancha. No quiero exagerar, pero el profe Alfaro y los muchachos están listos para dar la vida por el país. Vamos a salir con todo y dejaremos hasta el último esfuerzo en el campo de juego.
¿Está ansioso por marcar su gol?
Esto es partido a partido, primero debemos hacer historia, estamos con las ganas de dejar en alto el nombre del país y con ‘hambre’ de llegar lejos. Sabemos lo que nos jugamos y por esa razón hay que entregar hasta la última gota de sudor en la cancha.