Corría el año 2012 y en el Batallón del Suburbio, entre las calles 24 y la R, al sur de Guayaquil, Justin Lerma sorprendía al vecindario con su dominio de balón. En ese entonces tenía 4 años, hablaba poco, pero verlo hacer cascaritas con una pelota desgastada llamó la atención de propios y extraños en el sector.

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Doce años después, el niño nacido de ese barrio es la nueva promesa del fútbol ecuatoriano. Con apenas 16 de edad, Lerma acaba de fichar por el Borussia Dortmund, uno de los clubes más grandes de Alemania y actual finalista de la Champions League, cerrando así otra exitosa venta de Independiente del Valle a Europa.

La historia de Lerma con el fútbol no es casualidad, “es de arrechera, de trabajo, de lo que es un muchacho del Suburbio”, afirma Orlando Mieles, quien junto a su hermano Omar, formaron al futbolista salido de la escuela Real Fortaleza, ubicada en el Complejo Luis Chiriboga Parra, también en el suburbio de Guayaquil.

En entrevista con EXTRA, los hermanos Mieles recuerdan la vez que presenciaron el talento del pequeño, a quien lo apodaron ‘la Gacela’ por su explosividad y velocidad. No así exponen su descontento por las críticas al jugador, quien en redes sociales fue señalado por tener una supuesta edad adulterada. Además, sostienen que Lerma “tiene proyección para ser convocado a la selección de Ecuador”.

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“Desde temprana edad, el chico era muy diferente, fue un jugador que socializaba mucho con el grupo. Un líder. No le gustaba perder. Lloraba de impotencia cuando no le salían las jugadas; eso le sirvió para crecer”, dice Omar, quien junto al preparador de arqueros, Segundo Cárdenas, lo llevaron a la humilde escuela formativa.

El volante ofensivo pasó por varios profesores hasta que se consagró en la categoría de los nacidos en 2007, eso pese a ser de 2008, es decir, jugaba con niños mayores que él. “Tuvimos al chico alrededor de cuatro años. Mi hermano Omar muchas veces lo tenía que traer. Su mamá (María del Carmen Solís) lo enviaba en tricimoto o en carro”, acota Orlando.

En el relato, el profe recuerda una de las tantas veces que Lerma se puso ‘el equipo al hombro’. “Íbamos perdiendo (en un interbarrial) y entre sollozos, arrecho dijo: ‘Ya pues, ch... métanle pues, vamos perdiendo’. Fue entonces que el negrito hizo un gol, dio asistencia y ganamos 2-1. En los diferentes torneos que participábamos él era así, diferente”.

Sobre las críticas hacia Lerma de que no parece de 16 años, Orlando sostiene: “Deberían dejar de hablar cosas del muchacho. A mí me da coraje y bronca porque sé la edad que tiene”.

El profesional defiende el trabajo de Independiente, pues conoce el tratamiento de sus formativas. “Desde que se levantan (los chicos) toman sus proteínas, aminoácidos y toda la medicación. Ahí están las consecuencias de tener chicos grandes. Eso marca la diferencia y se podría decir que son los mejores del país”, aclara.

Lerma, tras cuatro años y dar sus primeros pininos en Real Fortaleza, pasó por Guayaquil City, donde debutó en el campeonato nacional de menores. Y no fue sino hasta finales de 2019, tras una exitosa prueba, que se incorporó a las filas de Independiente del Valle.

Hoy, con 16 años y un futuro promisorio, Justin deberá ir ganando minutos en Primera División para ‘asentarse’ con los rayados hasta la temporada 2026-27, cuando cumpla la mayoría de edad y dé el salto a la Bundesliga alemana.

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