Después de que Paraguay se beneficiara del empate entre Ecuador (0-0) y que la Tri perdiera dos puntos en las eliminatorias, los hinchas comienzan a darse cuenta de que, al igual que en la vida y en el fútbol, siempre es mejor terminar sin hablar con el ex. Porque, si no es así, puede aparecer el modo Alfaro. 

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Lo siguiente es un retrato de lo que han vivido los ecuatorianos con su ex. Cabe destacar que todas las frases son reales de Alfaro.

NOS ENCANTÓ. Al igual que todo hombre o mujer cuando conoce a quien será su pareja, con labia nos enamoró y hasta nos dijo que nuestros jugadores eran “cazadores de utopías imposibles”. Nos ‘envolvió’ en su labia; Ecuador ya había estado en tres mundiales.

TRABAJO. Qué trabajo hizo para enamorarnos, y lo hizo bien: le dio oportunidad a una nueva camada de chicos y dio oportunidades a varios a quienes antes nadie les ‘paraba bola’.

FUERON FELICES. Claro que Alfaro fue feliz en Ecuador; era la primera selección en su vida, y todo cambió. La Tri lo cotizó y lo hizo ver a nivel mundial, luego llegó a Costa Rica y Paraguay.

DIO AMOR. Sí, nos dio amor, a base de palabras y trabajo. Nos llevó al Mundial; claro que en Qatar se le terminaron los argumentos. La relación estaba a la baja, y cuando eso sucede, no queda más que los divorcios.

ALTIBAJOS EMOCIONALES. Hubo emociones tan intensas de Alfaro con Ecuador que se las guardó para expresarlas antes de jugar en la fecha 9: “Fue muy fuerte lo que viví acá. No me puedo olvidar de lo que vivimos esa noche que empatamos con Argentina en el estadio de Barcelona”, lo dijo antes de llevarse el empate del Rodrigo Paz.

LO MISMO LE DICE A TODAS. Alfaro es un galán tóxico, y pilas. Le dice a todas las selecciones lo mismo: cuando fue presentado en Paraguay, repitió el mismo discurso que había expresado en Quito al llegar a la Tri: “Mira la camiseta, donde está el escudo, acá a la izquierda, donde está el corazón. Donde va el nombre del jugador, en la espalda; entonces el nombre del jugador siempre va a estar por detrás de lo que representa, el sentimiento de un país”. Esto lo dijo en Asunción; fue copia y pega, no hay duda de que Alfaro es un crack del romance deportivo.

LE QUITARON LO QUE ERA DE ÉL O ELLA. Como todo ex, se llevó algo de la relación. Y como dijo que nos amaba, la repartición fue 50/50: un punto para Ecuador y Paraguay. Pero al final, de tanto abrazo, beso y llanto, quien perdió fue Ecuador, dos puntos que nos hicieron bajar al quinto lugar. Lo bueno es que ambas selecciones siguen teniendo las mejores defensas de las eliminatorias: la Tri solo ha recibido 4 goles y Paraguay 3.

SE VOLVIERON A VER. Siempre hay un “déjate ver”, y en la fecha 9, Alfaro volvió a aparecer en la vida de Ecuador con frases que emboban: “El afecto que yo gané, que Ecuador en mí generó, para mí va a ser para siempre”. Y caímos en sus garras; nos olvidamos de cómo enfrentar a Paraguay, que cerró la defensa.”

ABRAZÓ AL EX. Ecuador hizo algo que en una relación tóxica no se hace: abrazó al ex y hasta lloró. Si no van a volver, ¿para qué ese show? Lo que dijo Alfaro fue brutal: ‘Siento que no sé si es el final que merecía, pero no es el final que yo esperaba’. Eso también se puede interpretar como que nos quería dejar sin puntos.

LO EXTRAÑA. La parte final es que a Gustavo Alfaro, Ecuador lo está extrañando, menos uno: Francisco Egas, que lo ‘odia’, porque con el empate ya nos supera Brasil y estamos en el mismo lugar que Bolivia. Las palabras de Alfaro en Quito fueron: ‘Cuando uno viene acá, se abraza a la gente y se saca fotos; más que gracias, no puedo decir. Gracias a Ecuador. Gracias a los jugadores’. Solo le faltó decir: ‘Gracias por el punto, gracias Ecuador por cambiarme la vida’. Nos metió labia.

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