Era el 2010 y mi esposo llegó al equipo de sus sueños, la verdad, en ese tiempo solo éramos novios. Mi amor, cuando hizo su primer contrato, fue buenísimo, pero ahí estaba el empresario.

Era tan metido y en ese tiempo no sabíamos cómo se manejaba todo esto. Uno de sus sueños siempre fue tener un reloj de la marca Rolex y aquel día cometió el error de decirle su sueño al empresario.

¿Saben lo que pasó? El tipo le dijo que le conseguía el Rolex Submariner en solo 12.000 dólares, ya que en realidad costaba $ 15.000.

La mano se le quería caer a mi novio con su nuevo reloj, pero aquí viene lo peor de todo. Le tocó viajar al extranjero y estando fuera conoció a alguien que sabía de cosas finas.¿Saben qué pasó? El reloj que le vendieron en 12.000 dólares era una vil copia, triple A, y no costaba más de $ 80.

Le habían vendido un reloj falso y le estaban robando mucha plata. En ese momento, él llamó al empresario, quien no negó lo sucedido y culpó a una persona que le dio unos teléfonos para realizar la compra.

Después de varios gritos e insultos quedó en que le iba a devolver los $ 12.000 y lo hizo.

Fue algo de no creer, han pasado los años y siempre nos acordamos del Rolex con el que casi lo estafaron.

Luego mi amor asumió que los perfumes que le vendía en $ 200 también eran falsos, esto último nunca se lo comprobaron al empresario.