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El arquero Erik Viveros tiene 25 años y llegó a Liga de Quito de la mano del exfutbolista Nixon Carcelén.CORTESÍA LDU

Erik Viveros, el 'gigante' de Liga de Quito

El joven golero, de 1,96 metros de altura, toma con tranquilidad la responsabilidad de reemplazar a Adrián Gabbarini, un símbolo de los albos.

Llegó a los 15 años a Liga de Quito y ha destacado en todas las formativas. El arquero Erik Viveros, tras una década en el cuadro universitario, fue seleccionado para ser el alternante del capitán de los albos, Adrián Gabbarini, para esta temporada.

Desde octubre de 2018, cuando cumplió su sueño y debutó oficialmente con los blancos, por una lesión de Gabba, Viveros tuvo pocas apariciones en juegos sin mayor relevancia, y siguió esperando con tranquilidad otra oportunidad. Esta se dio el sábado 6 de marzo en la victoria por 2-1 sobre la Universidad Católica y se repetirá este viernes 12 en la visita al Deportivo Cuenca.

“Estoy tranquilo, contento por volver a jugar. Esto es un premio al esfuerzo en cada entrenamiento, algo que busco reflejar en el campo de juego”, comentó el arquero, que resalta entre sus compañeros por su gran estatura: 1,96 metros.

Confesó que su altura la heredó de sus padres y que es una ventaja para defender el arco de la U, tarea a la que calificó como “una gran responsabilidad, no tienes espacio para el error. Cuando tengo la posibilidad de ser titular, lo dejo todo, defiendo el arco con garra y corazón”.

APRENDIZAJE

Erik, oriundo de Mascarilla, localidad de Imbabura, detalló que aprende mucho al compartir con un guardameta tan experimentado como Gabbarini, quien le aconseja de forma permanente, y también con el preparador del arqueros, Humberto Preti.

“Siempre me respaldan y me dicen que confíe en mis condiciones. Que no me complique y busque hacer las cosas fáciles en la cancha”, indicó. Agregó que también tuvo una buena escuela con Alexander Domínguez y Daniel Viteri, durante su paso por el cuadro albo.

En el plano internacional, Viveros admira a Keylor Navas, meta del PSG, “por su lucha para llegar a la élite del fútbol internacional”, y sueña con poder llegar a la Tricolor y jugar un Mundial.

Tiene claro que tras el duelo ante el Cuenca tendrá que volver al banco, ya que entre risas afirmó que “Gabba casi no da chances”, aunque sabe que con paciencia le llegará su turno para ser el gigante guardián del arco universitario.