Apresurados, pero contentos de llegar a Guayaquil, se observó a decenas de brasileños que arribaban en vuelo directo desde Curitiba para disfrutar de la final de la Copa Conmebol Libertadores.

Desde el Aeropuerto José Joaquín de Olmedo se puede sentir la fiesta que ya se vive en toda la ciudad por ser sede de la final única. La mayoría de turistas llegaban con camiseta de los equipos brasileños y otros hasta con canticos al salir de la zona de arribos internacionales.

Con pasos largos, maleta en mano y un poco desorientados se encontraban un grupo de seis brasileños que buscaban los buses que los llevan directo al hotel para dejar las mochilas e ir directo al estadio Monumental, lugar donde se jugará el partido entre Flamengo y Atlético Paranaense.

"Pensé que no llegaría, pero aquí estoy. Es una emoción tremenda", comentaba Anderson Lima, hincha del Flamengo que llegaba con un grupo de amigos para vivir está final.

El viaje que hizo junto con sus amigos fue de seis horas desde Curitiba, ciudad brasileña. "Fue un vuelo directo , gracias a Dios sin complicaciones. El avión iba lleno de personas que iban al estadio. Esto es una fiesta", contaba emocionado.

A lo largo de este sábado, hasta las 13:30 se tiene prevista la llegada de 11 vuelos que llegan desde distintos puntos de Brasil, se estima que más de 1.000 brasileños de los que arriban hoy estén en el estadio Monumental para alentar a sus equipos.

"Estoy buscando un taxi para ir directo al estadio. Vengo con pocas cosas, solo me quedaré hasta el lunes", comentaba Leo Cima que arribaban con su esposa que aseguraba ya estar agotada. "Viajamos más de 12 horas, pero llegamos. Ahora a alentar al Paranaense. Nos llevamos la libertadores a casa", dijo mientras abrazaba a su esposo".

En los exteriores del aeropuerto predominan las camisetas rojinegro del Atlético Paranaense y Flamengo que buscan de manera rápida llegar al estadio para no perderse la final única que se juega en Guayaquil.