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Javier Burrai y el amor de su familia.Adrián Peñaherrera

¡Los amores de Burrai!

EXTRA muestra la otra cara del arquero amarillo. El mejor regalo para el 14 de febrero será mimar a su madre que llegó de Argentina. La llevó a conocer las playas de Ecuador.

Javier Nicolás Burrai, sin querer, les adelantó el 14 de febrero a los hinchas de Barcelona.  48 días antes, el 29 de diciembre de 2020, los fanáticos amarillos recibieron el mejor regalo que les pueden dar, la estrella 16.

Pero ¿qué es el amor para quien dio una de las más grandes muestras de ese sentimiento en Barcelona?

AMOR DE PEQUEÑO

El golero amarillo recuerda la foto donde está de mascota en el equipo de los amigos de su padre Óscar y la nostalgia lo embarga. Su papá ya no está, pero se queda con el amor de familia que les dio. Dice que en casa el “viejo se rompía el lomo” para que no le falte nada a él, a su madre Verónica y sus hermanas Adriana e Ivana.

Comenta que de su padre aprendió a darle sentido a la vida, a ser un golero, porque lo entrenaba desde pequeño. También lo que sabe de los asados su papá se lo enseñó.

AMOR DE MADRE

Verónica es su madre y está desde los primeros días de febrero en Guayaquil. La trajo por varios motivos: “A mi vieja (mamá) la tenemos con nosotros, vino a conocer Guayaquil; ya la llevamos a las playas, y es la dueña de los regalos que eran de mi viejo (papá), la estamos consintiendo, o ella nos consiente a nosotros”.

Javier en el primer fin de semana que tuvo libre se fue a la playa con su madre, su novia Florencia y Feli, su único amor perruno, ella es su mascota.

Burrai en su corazón había decidido que la medalla, el buzo, el guante y los premios vayan a manos de su madre.

Y no solo eso, doña Verónica pasó a ser también la dueña de los EXTRA donde salió su hijo. “Ella colecciona todo lo que sale de su hijo en la prensa”, asegura Burrai, y recuerda que después de la final este Diario sacó un póster. No tenía el periódico, porque él se fue de viaje, pero gracias a un amigo lo consiguió. “Ese lo haré una foto para dársela a ella”, asegura.

AMOR DE 12 AÑOS

Cuando Javier conoció al amor de su vida, Florencia Cardini, estaba en las menores de Arsenal. Son de la misma ciudad, San Nicolás. Ella le dijo “contigo donde sea” y en estos 12 años de novios pasaron de vivir en Argentina a Ambato y Guayaquil, ellos comparten el amor de su “hija perruna” Feli.

Y ¿cómo se conocieron? Burrai contesta: “Era mayor de edad, ella menor. Fue en una quinceañera cuando la conocí, pero pasaron varios años para que me ‘pare bola’. Mensajes, llamadas, toque de timbre en la casa”. Hoy celebran ese amor en Ecuador.