Desde que Alaís Perea madrugaba para dirigirse todas las mañanas en la moto de su padre desde su natal Cristo del Consuelo, populoso barrio del sur de Guayaquil, hasta el coliseo de gimnasia artística ubicado a un costado del estadio Modelo, soñó con estar en unos juegos del ciclo olímpico. Y se le cumplió.

La tarde del martes 28 de junio , la joven de 17 años, entregada en cuerpo y alma al deporte desde los siete, se “moría de los nervios” al escuchar que sería la primera deportista en salir a escena en la prueba de viga de equilibrio.

Siempre había temido abrir las competencias. Prefería ser última o estar en el medio para ver lo que hacían sus rivales, pero esta vez no fue así.

Alaís salió concentrada y llevó a cabo una rutina impecable. Solo alcanzó a reaccionar cuando uno de los entrenadores de sus rivales se abalanzó para abrazarla y felicitarla porque había ganado la medalla de oro con una puntuación de 12.067.

La nueva joya de la gimnasia tricolor dejó en el camino a competidoras de Chile, Perú, Colombia, Panamá y El Salvador. Ella y Myriam Núñez, en ciclismo, se erigen ya como las dos figuras más destacadas del Team Ecuador, por el oro y la plata conseguidos en los Juegos 2022.

“Estoy muy feliz y agradecida con todas las personas que han venido apoyándome para que este sueño se hiciera realidad... Es verdad que últimamente he venido en racha y la viga ha sido como mi aparato top”, expresó emocionada.

EL SUEÑO OLÍMPICO

Proveniente de un hogar humilde, el sueño de Alaís desde hace poco más de cinco años es llegar a representar a Ecuador en unos Juegos Olímpicos y, por qué no, emular y ‘rozarse’ con uno de sus modelos a seguir: la gimnasta norteamericana Simone Biles, quien coincidentemente es experta también en el aparato con el que ella ahora es campeona bolivariana.

Si bien por su edad no pudo formar parte del proceso en Tokio 2020, la joven espera ahora tener posibilidades de cumplir sus objetivos para los Olímpicos de 2024. No parará hasta llegar a París, sentenció.