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¡Los perros ya 'fueron' para las garrapatas! Ahora se 'pegan' en los humanos
Según un estudio científico, las garrapatas han dejado los perros por un efecto más del cambio climático.
Las garrapatas suelen ser comunes en distinto tipo de ganado y en animales domésticos como los perros. Es más, estos son los principales portadores de garrapatas en las casas. Pero ahora todo esto está cambiando: prefieren más a los humanos que los ‘peludos’ y eso por el cambio climático.
De acuerdo a una investigación presentada en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Medicina e Higiene Tropical (ASTMH, por sus siglas en inglés), el aumento del calor en todo el mundo hace que las garrapatas marrones, muy comunes en los perros, son más propensas a cambiar sus hábitos alimenticios habituales e ir por las personas a medida que aumentan las temperaturas del ambiente.
Estos ‘bichos’ pueden transmitir la peligrosa fiebre maculosa de las Montañas Rocosas. “Nuestro trabajo indica que cuando el clima se calienta, debemos estar mucho más atentos a las infecciones de la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas en humanos”, indica en un comunicado Laura Backus, Ph.D y estudiante de medicina veterinaria en la Universidad de California, Davis, quien dirigió el estudio.
La enfermedad señalada se puede tratar con antibióticos, pero mata al 30% de los infectados que no tratan el mal. La detección temprana es crucial para tratar la enfermedad, ya que puede intensificarse rápidamente si una persona infectada no recibe tratamiento dentro de los cinco días posteriores a manifestar los primeros síntomas (fiebre, sarpullido, dolor de cabeza intenso, hinchazón alrededor de los ojos y el dorso de las manos, así como náuseas o vómitos), detalla la página WebMD Health News.
La investigación incluyó un experimento poco deseado y que es una evidencia del amor por la ciencia de quienes participaron. De acuerdo al comunicado en que se dio a conocer el estudio, los científicos liderados por Backus construyeron dos grandes cajas de madera y las conectaron con un tubo de plástico transparente. Una vez que los investigadores colocaron a un estudiante de posgrado en una caja y un perro en la otra, liberaron 20 garrapatas en el tubo de plástico.
Durante 20 minutos, los investigadores observaron las preferencias de las garrapatas. Calma, hubo unas mallas de barrera que impidieron que las garrapatas llegaran a su presa.
Por otro lado, cuando la temperatura ambiente era de 37°, los insectos hematófagos preferían a la persona. En proporción, en la temperatura más alta, las garrapatas fueron dos veces y media más propensas a preferir al ser humano sobre el perro.
"Los hallazgos del uso de este simple pero efectivo experimento de laboratorio para medir cómo el aumento de las temperaturas podría conducir a más infecciones humanas con un patógeno muy peligroso transmitido por garrapatas se suma a la creciente evidencia de la conexión cada vez mayor entre el cambio climático y su impacto en la salud", indica Joel Breman, presidente de ASTMH, en el comunicado.
"El cambio climático avanza con tanta rapidez que es fundamental seguir el ritmo de las muchas formas en que puede alterar e intensificar el riesgo de una amplia gama de enfermedades infecciosas para que estemos mejor preparados para diagnosticarlas, tratarlas y prevenirlas", agrega Breman.