A principios de este mes, John Hinkle Jr., de Peoria, Illinois (Estados Unidos) honró la memoria de su taita, John Hinkle Sr., al lograr un puntaje perfecto mientras usaba una bola de boliche que contenía las cenizas de su difunto padre.

Hinkle Jr., era un consejero escolar de una familia de jugadores de bolos. Él y su hermano gemelo, Joe, comenzaron ligas cuando tenían cuatro años. 

"Él (John Hinkle Sr.) nunca tuvo un juego perfecto hasta ahora", escribió Hinkle Jr. en una publicación de Facebook el 12 de abril, donde compartió un video del momento.

Aunque ha alcanzado 'juegos perfectos' en otras ocasiones, es decir, 12 strikes y la puntuación máxima de 300 puntos en un solo juego, la ocasión del pasado lunes fue especial pues su padre 'lo acompañaba'.

Una vez que haces un juego perfecto, hacerlo de nuevo es mucho menos abrumador, dijo Hinkle a CNN. Pero mencionó que las emociones eran altas en este juego porque era como ningún otro.

El hermano de Hinkle fue el primero en abrazarlo después del golpe final, lo que provocó aún más lágrimas. "Empecé a llorar más cuando se acercó a mí porque hicimos lo que dijimos que haríamos", expresó.

Cuando su padre murió en 2016, Hinkle señaló que él y su hermano pensaron en dejar de jugar a los bolos.  Hinkle planteó por primera vez la idea de jugar a los bolos con las cenizas de su padre a su hermano en 2017. Pero tomó más de un año encontrar a alguien que estuviera dispuesto a ponerla en la bola de boliche.

Afortunadamente, un amigo de la infancia, que también juega bolos y acababa de abrir una tienda profesional, estaba listo para la tarea: selló las cenizas en el agujero del pulgar.

Hinkle dijo que las retirará después de que complete el próximo Torneo de Campeones, el último torneo que jugó con su padre antes de su fallecimiento.