Lo primero que debes hacer es mantener la calma. Probablemente la hemorragia nasal no es grave. Por si no lo sabías, la exposición al sol y el deporte producen estos sangrados que son comunes en niños y adolescentes.

La pediatra Érika Mosquera hace énfasis en que todo depende de las características y la cantidad de sangre. “Así podemos determinar si hay signos de alarma”, aclara la especialista.

Generalmente no es señal de una enfermedad grave. Los niños son especialmente propensos a las hemorragias nasales durante los resfriados y en los meses de invierno, cuando las membranas mucosas se secan y se agrietan, formándose una costra.

Causas

Alergias o resfriados. Producen irritación dentro de la nariz y pueden causar goteo espontáneo.

Golpes. La nariz puede sangrar cuando el niño se golpea con una pelota o se cae.

Manipulación. Cuando el pequeño se mete los dedos u objetos en la nariz o por sonarse demasiado fuerte.

Crecimientos anormales. Cualquier tejido extraño que crezca en las fosas nasales puede 

generar hemorragia.

¿Qué hacer?

1. Trata de no asustar al niño, porque puede percibir tus emociones.

2. Mantén al pequeño de pie o sentado, inclinado ligeramente hacia adelante. No lo acuestes, pues podría ahogarse.

3. No introducir papel higiénico ni servilleta en sus fosas.