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Buena Vida
Enséñale a tu hijo a ahorrar
La edad no es impedimento para que desde pequeño aprenda a guardar dinero.
En estos tiempos existen personas adultas con carencia de buenos métodos de ahorro. Y si deseas que tu hijo evite estas malas costumbres de grande ayúdalo desde pequeño y enséñale el ahorro. Se debe tomar esta práctica como algo cotidiano para que sea una acción recurrente que necesitan realizar para su bienestar. La psicopedagoga María Laura Ruiz comparte que es un aprendizaje muy importante que se debe instruir desde pequeños, para que se transforme en un hábito. De esta forma, con el tiempo, será algo productivo y necesario para su vida adulta.
La edad de introducción al tema dependerá de la madurez mental, “incluso se puede comenzar desde los 3 o 4 años, ya que hay presencia del lenguaje, pero previamente tendrían que haber trabajado con él los diferentes conceptos que involucra el tema; la importancia de saber guardar tu propio dinero”, precisa Ruiz.
Que sus padres de a poco lo incluyan en actividades de compras, como ir al supermercado juntos o escoger ropa y que diferencie entre lo que van a necesitar y lo que solo lo quiere.
Ruiz añade algunas recomendaciones esenciales para que los niños puedan empezar con esta disciplina.
- Enséñales de a poco el valor del dinero, cuánto cuestan las cosas que normalmente necesita o quiere.
- Jugar a las compras es uno de los ejemplos más sencillos para que se instruyan sobre el dinero.
- Déjalos que ayuden con las compras del supermercado. Que visualice los productos que son de necesidad y los que no lo son.
- Recompensa de forma monetaria sus labores en el hogar, ya sea por sacar la basura, tender su cama o limpiar su cuarto.
Diferencias entre necesitar y querer
Se les puede instruir acerca de que será el adulto quien pague los productos que él vaya a necesitar. Pero si es algún objeto que él desee tener deberá pagarlo con sus ahorros.
De esta manera los más pequeños del hogar conocerán de a poco que las cosas tienen un costo.
Sé el ejemplo de tu hijo
La mejor escuela para ellos es el hogar. Vigila las acciones que ven. Si desde casa el infante tiene el ejemplo de alguien que sabe ahorrar, ellos copiarán esos mismos hábitos.