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Enigmas: ¡‘Encantada’ por una sirena!
Un paseo por el río del recinto Limón, en el sector Campo de Moha, en la vía a Manabí, se convirtió en una de las peores experiencias para María Zambrano, debido a que una “bella sirena” la hipnotizó y se la quiso llevar. Te contamos la historia
Un paseo rutinario por el río del recinto Limón, en el sector Campo de Moha, en la vía a Manabí, se convirtió en una de las peores experiencias para María Zambrano, debido a que una “bella y seductora sirena” la hipnotizó y se la quiso llevar.
María (46 años) y su ñaña hacían este ritual con el fin de tener tiempo para conversar en privado. Al llegar a un punto del recorrido que estaba alejado del pueblo empezó a escuchar levemente el tarareo de una canción. Asegura que esto le ocurrió a finales de 2001, cuando tenía 26.
En ese tiempo María se dedicaba a las tareas de su hogar, donde vivía con sus padres. Según las creencias de los lugareños, por el río Limón rondan supuestas sirenas que ‘raptan’ a las personas.
“A mi mamá ya le habían dicho que se habían ahogado algunas personas tras escuchar cantar a una sirena y nunca se encontraron sus cuerpos. Nosotras no teníamos miedo ir a caminar por el río porque toda nuestra vida vivimos en el mismo lugar, íbamos a lavar la ropa y nunca nos sucedió nada”, revela.
Según María, mientras más se alejaban del poblado “el canto se intensificaba y era más lindo”, lo que hacía imposible que ambas no le prestaran atención. En un momento del trayecto vieron que una niña nadaba rápidamente en el río en dirección de ellas, como si se tratara de un atleta.
“Se me borró la memoria. Recuerdo que vi a una niña nadando en el río y luego mi hermana me estaba sacando del río. No sé en qué momento me metí, pero cuando reacciono veo a la sirena. Tenía una cabellera negra y larga. Su rostro era hermoso, pero tenía escamas. Sus manos parecían garras de patos y su cola era colorida como un arcoíris”, describió María.
Tras ser rescatada por su hermana, ambas se quedaron sentadas en la orilla. Sin embargo, la supuesta sirena se quedó mirándolas fijamente hasta que se sumergió y desapareció.
A partir de esta experiencia nunca más volvieron al lugar y prefirieron construir un pozo de agua en el patio de su domicilio para lavar su vestimenta.
Hace 10 años que María reside en Quito, pero por más que se alejó de su tierra natal ese terrorífico momento sigue presente en su mente.
NO LA MIRES Y PEGA EL PIQUE
La investigadora de eventos paranormales, Rafaela Álvarez, explica que en varios sectores de Manabí se han registrado relatos de avistamiento de sirenas y tritones (en masculino), seres que andan en busca de personas para hipnotizarlas y arrastrarlas al fondo del agua. Estos suelen ser agresivos, indica.
Álvarez dice que son humanoides que combinan la apariencia de un humano y de un ser acuático. Además, que estos son seres interdimensionales que se transportan por medio de la vía acuática, sin importar que sea agua dulce o salada del mar.
“Muchos relatos de pescadores coinciden en que hablan nuestro idioma, les ofrecen una riqueza e inmortalidad si es que se van con ellas al fondo del agua. Pero estos ofrecimientos son mentiras porque lo que buscan son víctimas de las que se puedan alimentar. Una vez que te vas con una sirena al mar, la persona ya no regresa”.
Si una persona se encuentra con una sirena o tritón debe evitar escuchar su canto y verla fijamente para no ser hipnotizada. “Si estás solo y te encuentras con una sirena debes correr”, recomienda Álvarez.