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Buena Vida

La nueva China Suárez

La modelo tiene una peluquería en casa e incursionó en el mundo de la belleza.

FOTOPRODUCCION CHINA SUAREZ
La modelo tuvo depresión posparto durante un año.Christian Vásconez / EXTRA

A sus 41 años, Verónica ‘La china’ Suárez luce una figura de infarto, luego de que durante su segundo embarazo, que ocurrió después de 17 años, llegó a pesar 180 libras y hasta sufrió depresión posparto durante un año.

Ahora ella volvió a sus 130 libras y hasta planifica quitarse las prótesis mamarias.

“Quiero volverme flaca como Kendall Jenner, plana, sin chichis, porque me pesan mucho y molestan. Ya como para vacilar un rato estuvo bien”, comentó la expresentadora de TV.

Nunca buscó ayuda y se recuperó sola de la depresión y del peso. Se hizo dos liposucciones sin resultados hasta que probó unas pastillas.

Ella vive con su madre y sus dos hijos: el mayor, César Arturo, tiene 19 años y quiere estudiar Marketing; y la niña, Laurissa, tiene dos. Con el padre de su primer hijo se lleva bien y con el de la niña retomó su relación.

“Definitivamente hay amor de parte y parte. No estamos casados, pero quizás pronto. Su hija lo cambió para bien. Estamos en familia y somos felices. Es como una historia de telenovela con final feliz”, dijo La china, quien el 29 de noviembre pasado terminó su unión de hecho con la abogada Olga María Aucar.

No planea más hijos y no está ligada. “Si se gana la lotería que vengan dos más”.

Verónica lleva consigo el pensamiento de que “la farándula y la vida siempre te pasan factura, lo importante es cobrarlas cuando debas hacerlo”.

Alejada de la farándula, hace seis meses montó su propia peluquería en su casa, donde atiende a su clientela que la contacta por redes sociales y lanzó su línea de productos The secret. Ella tomó cursos y se especializó en cuidado capilar.

“Ya no farreo, soy madre al 100 %. Me siento en la plenitud de mi vida. Soy loca, espontánea, pero inteligente”, explicó entre risas.

Al preguntarle si se arrepiente de algo en la vida, dijo que “jamás, todo tiene que pasar por algo y nada es coincidencia. Para que hayan cambios en la vida tienen que pasar cosas. Si no, todo es tan plano y lineal y así no es La china Suárez”, concluyó Verónica.