Los gatos son seres extraordinarios, impredecibles, independientes y hasta misteriosos. Dueños de un carácter único que a veces los vuelve poco sociables, enojones e irreverentes, lo que dificulta educarlos.

Pero todo eso puede cambiar, según comenta la veterinaria y especialista en el manejo felino, Katherine Lugo, de 29 años, si se los educa desde que son pequeñitos. Por ello abrió, en su natal Quito, un kinder para gatitos, el cual acoge a felinos de entre dos y cuatro meses.

"Es durante ese período que el felino tiene la capacidad de socializar y de aprender estímulos buenos y malos. Por eso se trabaja a partir de esa edad", explica Lugo.

Hay personas que acogen gatitos y los meten a la casa, manteniéndolos encerrados junto con perros, no los sacan de ese entorno, tampoco les permiten conocer otros ambientes.

"Crían animales muy monótonos, si en casa no les enseñamos, cualquier cambio fuera de su rutina les va a causar, estrés, ansiedad y por ende enfermedades", señala la profesional.

La idea, explica la especialista, es que socialicen no solo con humanos sino además con otras especies, como, por ejemplo, peces, perros y pájaros. Algo que puede resultar difícil, mas no imposible.

"Hay gatos que no toleran las caricias, no les gusta el corte de uñas, tampoco aceptan que les ponga el arnés para salir a pasear, peor bañarse o dejarse limpiar los dientes. Nosotros lo que hacemos es exponerlos a diferentes situaciones para que intervengan sus sentidos, como el del olfato con los olores", comenta la veterinaria.

En las clases no solo se trabaja con los pequeños felinos sino además con sus dueños o tutores. Al estar en contacto con otras personas van a adquirir el olor de esos desconocidos. Hay casos en que cuando llega alguien a la casa lo que hace el gato es esconderse por el miedo que les provoca la presencia de ese extraño. Lo que se trata de evitar es que lo asocie con lo negativo.

Otra actividad que realizan es con el tacto. El ejercicio tiene que ver con el contacto de diferentes tipos de arena, aglutinantes, cristales, piedritas. "Los dejamos todo el tiempo con el dueño, ya que hay ocasiones en que no nos permiten cambiar la arena si no la sienten igual".

Todo el trabajo es mediante los sentidos. El uso de las feromonas (sustancias químicas que actúan como señales), sirve para afinar el sentido del olfato. Las feromonas son secretadas por los gatos cuando se frotan sobre objetos para marcar territorio. "Nosotros usamos 'feliway' (spray de feromonas), así cuando ellos ingresan a un ambiente que huele a gato eso les da tranquilidad y confianza", dice Lugo.

Otro objetivo es desensibilizarlos de los ruidos, aquellos que les causa temor y ansiedad como el pito de los carros, el grito de los niños, las construcciones, para que cuando crezcan sean adultos tranquilos.

"El programa dura un mes. Las clases son una vez a la semana. Es importante que los tutores refuercen en casa lo aprendido. Todos nuestros métodos son con refuerzo positivo, mediante premios, juegos y comida. Lo que más le guste. Dos meses es el tiempo donde un gatito logra aprender todo lo bueno y lo malo", explica la especialista, quien en medio del escepticismo ha recibido a varios alumnos de cuatro patas.

Datos

*El curso tiene un valor de 25 dólares las dos horas.

*La interacción es con tres estudiantes. El horario es a convenir del tutor, lunes a sábado, bajo cita programadas.

Requisitos para ingresar al kinder

-Vacuna triple felina

-Test de leucemia negativo

-Desparasitación interna y externa para garantizar la salud de todos los asistentes.