El presidente ruso, Vladímir Putin, ha vuelto a captar la atención mundial, no solo por sus amenazas de una nueva carrera armamentista con la producción en serie de misiles hipersónicos, sino también por el curioso y poderoso maletín que nunca se despega de su lado.

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Este objeto, conocido como Cheget, encierra la capacidad de desatar un conflicto nuclear y es símbolo del inmenso poder que el líder ruso concentra en sus manos.

En octubre de 2023, durante una visita a Pekín para reunirse con Xi Jinping, las cámaras captaron a Putin escoltado por sus habituales guardias y dos oficiales navales que llevaban consigo un maletín negro. Las imágenes avivaron la curiosidad de la prensa internacional: ¿qué contiene este objeto que nunca abandona al mandatario ruso?

El Cheget, apodado "el maletín nuclear", es mucho más que un accesorio presidencial. Diseñado durante la era soviética, su propósito es claro y aterrador: permitir al presidente ruso ordenar un ataque nuclear en cualquier momento y lugar. Según un corresponsal del Kremlin citado por la agencia estatal RIA, “hay ciertas maletas sin las cuales ningún viaje de Putin está completo”.

¿Qué hay dentro del maletín de Putin?

El Cheget contiene un sistema de comunicaciones llamado Kavkaz-7, diseñado para situaciones de emergencia nuclear. Este sistema conecta directamente al presidente ruso con los altos mandos militares encargados de ejecutar sus órdenes. En su interior, hay dos botones clave: uno para activar un ataque nuclear y otro para cancelarlo. Sin embargo, el proceso no es tan sencillo como presionar un botón; la orden debe ser confirmada por oficiales de alto rango antes de que los misiles sean lanzados.

Lo más interesante es que solo Putin tiene la capacidad de activar el sistema. Aunque el ministro de Defensa ruso, u otros altos mandos, tengan acceso a maletines similares, ninguna acción puede ejecutarse sin la autorización directa del presidente.

Un símbolo en tiempos de tensión

El Cheget se ha convertido en un símbolo del poder absoluto de Putin, especialmente en un contexto global marcado por tensiones crecientes. La autorización de Estados Unidos para que Ucrania utilice misiles de largo alcance en territorio ruso ha elevado el riesgo de escalada. En respuesta, Rusia ha reforzado su doctrina nuclear y ha construido refugios antibombas diseñados para resistir ataques de armas nucleares.

Por su parte, el anuncio de nuevos misiles hipersónicos por parte de Rusia vuelve a poner en alerta a Europa. Estas armas, capaces de alcanzar las principales capitales europeas en minutos, suman una nueva capa de preocupación a un panorama geopolítico ya cargado de incertidumbre.

El maletín que define el destino del mundo

El Cheget no es solo un dispositivo tecnológico; es un recordatorio tangible del poder de destrucción que un solo individuo puede desencadenar. En cada aparición pública de Putin, este objeto se convierte en una figura silenciosa, pero omnipresente, que simboliza tanto la amenaza como el poderío ruso.

Mientras el mundo observa con preocupación el desarrollo de esta nueva carrera armamentista, el misterioso maletín nuclear de Putin permanece como un recordatorio inquietante del frágil equilibrio entre la paz y el desastre global.

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