Desde el pasado 25 de abril, la ciudad italiana de Venecia comenzó a cobrar un valor por ingresar al territorio, pues se estima que, al menos en los días más movidos, cerca de 40.000 visitantes llegan a la ciudad.

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Fue solo un proyecto piloto que duró 29 días. Se recaudaron más de 2.45 millones de dólares, por el pago de unos 450.000 turistas.

La tasa apenas era de 5 euros, pero el Ayuntamiento de Venecia propuso elevarlo a 10, debido a que “Venecia sigue siendo demasiado barata”, según precisó el concejal de Turismo de la ciudad, Simone Venturini.

Aunque la tarifa es razonable y el sistema no establece un límite diario de visitantes, las autoridades locales esperan que ayude a desalentar a algunos de los turistas que llenan las calles y puentes de la ciudad.

El problema con la afluencia masiva de ‘noveleros’ es que ponen una gran presión sobre la infraestructura de la ciudad, la cual está conformada en su mayoría por canales y puentes que sirven como principales vías de transporte.

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