El sistema financiero ecuatoriano está a punto de experimentar una transformación significativa en el procesamiento de pagos, gracias a una resolución aprobada por la Junta de Política y Regulación Monetaria. La medida, que define plazos específicos para que las transferencias bancarias se realicen de manera inmediata, busca mejorar la eficiencia y accesibilidad del sistema de pagos en el país.

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Actualmente, las transferencias entre diferentes entidades financieras pueden tardar hasta 72 horas en concretarse. Con la nueva resolución, se busca eliminar esta limitación, permitiendo que las transacciones se realicen en tiempo real, las 24 horas del día y los 7 días de la semana.

El gerente del Banco Central del Ecuador (BCE), Guillermo Avellán, mantuvo una reunión el 15 de enero de 2025 con los principales actores del ecosistema nacional de pagos. Durante el encuentro, Avellán detalló el contenido de la resolución, que fue aprobada por la Junta Monetaria el 31 de diciembre de 2024.

"Esto representa un hito en la transformación digital del sistema de pagos del país, el cual se suma a los esfuerzos innovadores del sector privado. La interoperabilidad permitirá conectar diferentes sistemas y plataformas para que operen de manera segura y eficiente. Con esta norma, se busca que las familias y negocios puedan transferir dinero de manera inmediata, 24 horas al día, los 7 días de la semana", destacó Avellán.

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La resolución también establece la obligatoriedad de procesar pagos en tiempo real, ya sea a través de redes privadas o mediante el Sistema Integrador de Pagos (SIP) del Banco Central. Además, introduce la homologación de códigos QR, lo que garantizará la alineación con estándares internacionales de eficiencia y seguridad. 

¿Cuáles son los principales beneficios de esta normativa?

Según lo explicado por Guillermo Avellán, los beneficios principales serían los siguientes:  

• Modernización tecnológica del sistema de pagos.
• Reducción del uso de efectivo, fomentando los medios de pago digitales.
• Mayor eficiencia y competitividad en el sistema de pagos, con menores costos.

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