Los presentaron, intercambiaron números, se siguieron en redes sociales, salieron. Todo iba aparentemente bien, pero de un momento a otro, a la persona que te interesaba... se la ‘tragó’ la tierra o más bien, ‘se la sacó’ digitalmente.

A esa conducta se la denomina ghosting, haciendo alusión al término ghost, fantasma.

“Deja ‘sin piso’ a la persona terminada, sin explicación alguna, sin saber qué pasó, enterándose a su vez que ha sido eliminada y bloqueada de sus redes”, dice Rosaura Flores De Valgaz, psicóloga clínica y psicoterapeuta, quien estima que la población que más lo realiza son los jóvenes.

¿Por qué esfumarse?

Hay varias razones: la imposibilidad que tiene una persona para decir ‘no’ a la otra, o para evitar ‘pitos’ y llantos. Por inseguridades (construidas en infancia y adolescencia), estados emocionales desajustados, rasgos de personalidad evitativos y hasta trastornos mentales, dice Francisco Brito, presidente de la Federación Ecuatoriana de Psicólogos Clínicos.

Quien termina puede presentar patrones de personalidad narcisista, introvertidos, temerosos, evitativos, apáticos, con autoestima disminuida, problemas de ansiedad, indica la experta.

El psicólogo clínico Edwin Apolo señala que los abandonados podrían experimentar frustración por ser rechazados por el individuo que han idealizado o por haber ensalzado la relación.

“A quien dejan podría presentar una disminución de su autovaloración, porque se generan dudas y malestar ante un proyecto de relación en el que invirtió tiempo, afecto, expectativa. También podría sentir culpa, creer que fue solo su responsabilidad, sentir angustia, ansiedad, tristeza en demasía”, concluye Flores De Valgaz.

Ya no ‘sapees’, ¡valórate, oye!

A consideración de Suárez, del ghosting se puede llegar al orbiting, el cual consiste en volver a ser amigos en las redes sociales, ver lo que publica, dar ‘me gusta’ y compartir, sin escribirle nada.

“No establezca contacto, pase su duelo. Eso le causará confusión. Ponga límites y siga el consejo de Oscar Wilde: la aventura del primer amor comienza con uno. Sin caer en egolatría, ámese. Si tiene claro quién es y cuánto vale, no dará pie a este tipo de relaciones. Si cayó, pregúntese, ¿qué va a sacar con ello?”, aconseja el experto en salud mental.

EXTRATIPS

1. Si has ‘caído’ más de una vez, no te victimices. Sigue con tu vida. Pero analiza qué estás haciendo para que esto te pase y varias ocasiones. Si no lo descubres, acude a ayuda profesional, te ayudará a hallar las respuestas que quizá no ves.

2. Que el ‘Gasparín’ empatice. Cuando note que la relación no cubre sus expectativas o ya no siente afecto, póngase en el lugar del otro, ¿cómo le gustaría que le dijeran que no va más la relación?

3. Importante, red de apoyo para ‘el terminado’. Esta puede ser conformada por familia, escuela, iglesia, con ella puede desahogarse.

4. ‘Once’ con los adolescentes abandonados. Es fundamental que los padres siempre supervisen a sus hijos, para que de esa manera los guíen en estas situaciones. Sea su apoyo y equilibrio emocional, esta población es vulnerable.

5. Si te la hicieron, ‘no saques los cueros al sol’. Evita compartir en redes sociales los detalles de la culminación de la relación. No le hagas ‘pito’ digital, no es saludable emocionalmente, tú también sales perdiendo con este comportamiento.

6. Valida tus emociones. Acepta que no tienes el control por la conducta y decisiones de otros; pero sí de cómo resignificas tus experiencias. Si el otro ‘anda como el pavo’, tú sigue adelante.