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Lilian Anchundia y Fabricio Pérez se casaron el lunes 12 de abril.Alejandro Giler

Sobreviviente de COVID-19 se casó en hospital

El novio estuvo 11 días intubado, pero logró sobrevivir. En su convalecencia le pidió matrimonio a su amada y el personal médico le acolitó su deseo

El amor, la vida y la fe fueron los ‘invitados’ especiales a la boda. En tanto que médicos y enfermeras, los fieles testigos de una de las historias de amor más bonita que se ha escrito en los últimos tiempos en la provincia de Manabí.

En época donde la COVID-19 nutre la angustia, tristeza y desolación, Lilian y Fabricio, una pareja oriunda de la ciudad de Manta, protagonizaron un acto que ilumina de esperanza y positivismo a un mundo convaleciente por la pandemia.

Fabricio Pérez Mero, de 34 años, sobrevivió al temible coronavirus, luego de haber pasado por complicados momentos. El pasado 22 de marzo ingresó en estado crítico al Hospital de Especialidades de Portoviejo, afectado por la mortal enfermedad.

En esta casa de salud permaneció intubado durante 11 días, pero en todos aquellos difíciles momentos hubo alguien que estuvo muy pendiente de él: su fiel compañera de dos años de unión, su respaldo, su motivación, su amada Lilian Anchundia Palma, de 29 años.

Estando en proceso de recuperación, Fabricio le realizó una sorpresiva y linda propuesta a su dama: unir sus vidas para siempre a través del matrimonio.

Emotiva ceremonia

Tras conocer el anhelo de ambos, luego de varios días, en el Hospital de Especialidades de Portoviejo, casa de salud donde se ha atendido casos de COVID-19, personal médico se unió y preparó una ceremonia, cargada de emociones y sentimientos.

La tarde del lunes 12 de abril, cerca de las 17:00, vestida de blanco y con una sonrisa que se escondía bajo su mascarilla, Lilian caminó entre una corte de honor conformada por varias enfermeras. Las profesionales de la salud aplaudían y algunas hasta lloraban de la emoción.

La novia ingresó acompañada de uno de los médicos del área, quien la llevó del brazo con dirección hasta la cama, donde la esperaba Fabricio. Desde el lugar donde se recupera, el hombre observaba cómo su amada se acercaba. Sin duda, un momento único, especial e inolvidable para esta pareja.

“La boda estuvo planeada desde mucho antes, pero por situaciones ajenas a la voluntad no pudo darse. Ahora hemos decidido darnos esta oportunidad gracias a que Dios así también lo decidió. Solo Dios tiene los planes de la vida, y nosotros estamos viviendo un matrimonio diferente, pero lleno de amor”, dijo la dama a los comunicadores del hospital, quienes postearon en Facebook la historia.

Portoviejo, capital manabita, registra, a la fecha, 9.032 casos de coronavirus.

Lilian se acercó a su amado con un ramo. Cuando Fabricio la tuvo cerca, la miró. Sus ojos desbordaban amor y a su vez reflejaban ese sentimiento de gratitud hacia la mujer que lo acompañó en tan duros momentos.

Ella destacó que fueron días duros, sin comer, sin dormir, pero que todos los esfuerzos permitieron que su actual esposo vaya ganando la batalla a la COVID-19.

Para hacer legal su unión, un notario, cumpliendo con todas las normativas de bioseguridad, llevó los documentos para que Lilian y Fabricio firmaran legalmente su unión. Y en minutos, oficialmente se convirtieron en esposos. La sala del hospital se ‘inundó’ de aplausos y alegría.

“El amor lo puede todo, Dios nos ha dado otra oportunidad de vida y la estamos disfrutando junto a nuestra familia y seres queridos. Tenemos que vivir el día a día porque el mañana es incierto y hoy somos felices”, expresó emocionada la mujer.