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¡Siete van al banquillo por el crimen de Nicky!
La madre de la joven violada y asesinada en Quito, en 2018, llegó a la audiencia confiando en que ahora sí se presentarán las pruebas verdaderas
Mónica Jiménez llegó antes de las 08:00 de este 23 de septiembre al Complejo Judicial de Quitumbe, en el sur de Quito. Estaba convencida de que esta vez no se pasarían por alto las pruebas para determinar que su hija fue violada y asesinada.
El juicio contra siete implicados se inició casi dos años después de que Nicky, de 19 años, falleciera. Antes, según la Fiscalía, la joven fue víctima de una violación grupal, el 7 de noviembre de 2018.
El hecho ocurrió en una casa de Nueva Aurora, en el sur de la capital. Reunir las pruebas y los testimonios tomaron varios meses.
Al comienzo, el caso se iba a tratar como una intoxicación alcohólica.
Sin embargo, el caso fue remitido a la Unidad de Causas Administrativas, donde no constaba ni el parte policial, según la madre de Nicky.
Fue ella quien evitó que se archivara porque durante las investigaciones los exámenes forenses revelaron que tenía “lesiones anales y vaginales”, lamentó Jiménez.
Ella debió presionar para que las pruebas fueran tomadas en cuenta. Dijo que no se habrían tomado indicios de la escena del crimen. “No hubo cadena de custodia de la ropa, ni los elementos de esa habitación”, agregó.
En el levantamiento del cadáver, Nicky estaba incluso sin su ropa interior. Y ni siquiera se convocó a una audiencia de calificación de flagrancia. Nada, añadió.
Lo que los llevó al juicio
Después la investigación dio un giro. El caso pasó a ser indagado por una violación con resultado de muerte. Y entre los sospechosos aparecieron un aspirante a las Fuerzas Armadas, dos bomberos, un paramédico, un comerciante y el compañero de clases de Nicky, quien la llevó a una reunión de donde no salió más.
La madre de uno de implicados habría sugerido deshacerse del cuerpo. “Allí estaría involucrado un policía (otro hijo de la señora) que habría dado indicaciones de cómo manejar el cuerpo”, explicó Mónica.
Por ahora solo uno de los implicados tiene prisión preventiva. Los demás recibieron medidas sustitutivas. La madre, que hasta el cierre de esta edición permanecía en la audiencia, está consciente que con este juicio nadie le devolverá a su hija, pero al menos se hará justicia.
Según uno de los abogados de la víctima, la diligencia se alargaría aproximadamente tres jornadas, pues se deben presentar 40 testigos y 110 pruebas de descargo.
La madre de Nicky relató que la última vez que habló con su hija fue a las 19:20 del 7 de noviembre. En ese momento le comentó que estaba en Nueva Aurora por una invitación de su compañero de clase –ella estudiaba emergencias médicas– y que pronto iría a casa.
La progenitora de otro de los implicados tomó el teléfono y le dijo que la muchacha estaba bien. Que no consumían licor porque son cristianos. “Yo le pregunté varias veces quién era, no me dijo el nombre, solo que era la dueña de la casa donde estaba mi hija”, comentó.
Desde ese momento no pudo volver a contactarse, a pesar de que la llamó varias veces. Aproximadamente a las 08:00 del siguiente día recibió la llamada de la Cruz Roja (donde estudiaba Nicky) para informarle que la joven había sufrido un accidente.