A una mujer de 41 años le tocó vivir una traumática experiencia en el suroeste de Guayaquil, pero afortunadamente ella terminó a salvo, aunque tuvo que soportar haber sido secuestrada en un carro y luego sufrir un accidente en ese vehículo.

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De acuerdo con los datos policiales conocidos hasta el momento, el acto criminal contra la señora se produjo la tarde del lunes 10 de febrero de 2025 en las calles 26 y la A, aproximadamente a las 17:00.

La mujer fue abordada por cuatro malandrines armados, quienes con violencia la subieron a un automotor marca Jetour X70 de color azul y se la llevaron retenida.

Mientras los criminales se desplazaban con la víctima en ese carro, fueron vistos en la 26 y Cristóbal Colón por un grupo de agentes policiales que en ese momento ejecutaban un operativo con una comisaria.

Los uniformados notaron que el vehículo circulaba en forma sospechosa, por lo cual decidieron seguirlo, pero desafortunadamente el tráfico estaba complicado, debido a que llovía en el área.

Así fue el estrellón

Como parte de su ruta, los pillos se dirigieron hacia la calle Chambers. Mientras se aproximaban a la intersección de aquella vía con la calle 26, chocaron contra otro automotor por irrespetar una señal de pare.

“Ese carro se impactó contra otro vehículo y vino a dar contra una casa, dañando una pared”, contó una residente de Chambers y la 26 que vio el siniestro.

Este martes 11 de febrero por la mañana aún podían observarse en ese punto restos de partes desprendidas de ambos carros, a consecuencia del accidente de tránsito. Asimismo, se notó que en el inmueble afectado habían colocado unas tablas para tapar el hueco que quedó en la pared por el desprendimiento de una parte de la estructura.

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La mujer tenía heridas

Luego del impacto contra el inmueble, los involucrados bajaron del carro y huyeron corriendo. “La mujer también se bajó, estaba ensangrentada y se la veía como aturdida”, recordó la moradora.

La vecina no tiene claro si la perjudicada quedó lastimada por el accidente o porque, quizá, fue agredida por los secuestradores.

La víctima inmediatamente fue auxiliada por un pariente, ya que, según mencionaron los lugareños, detrás del vehículo azul venían allegados de la señora en otro automóvil, desesperados por lo sucedido.

Posteriormente, uniformados policiales arribaron al sitio e iniciaron las investigaciones respectivas. También coordinaron el retiro del carro azul a través de una grúa, mientras recababan más información de lo sucedido.

Carro con otra placa y angustia de vecino

Entre la información policial del caso que conoció este Diario consta que el vehículo en el cual se movilizaban los implicados tenía colocada una placa procedente de la provincia de Pichincha. Los agentes verificaron los datos de aquel distintivo vehicular y determinaron que estaba a nombre de una mujer.

Los gendarmes se contactaron con la propietaria, pero ella les indicó que, efectivamente, su coche es de Pichincha, pero que no se lo habían sustraído. Después los policías averiguaron que el automotor pertenece a un ciudadano a quien en realidad le fue robado.

Otro suceso relacionado fue el susto de un morador de la 26 y Chambers, quien casi resulta atropellado. “Llegaba en mi moto y vi que el carro venía a velocidad. Por suerte alcancé a entrar a mi casa”, dijo.

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