Era viernes 13. Jair, de 14 años, estaba bocabajo, en el piso de la sala. Su hermanita Naomi, de 10, sobre un sillón. Ensangrentados. Asesinados. La escena, que bien podría ser la de una película de Jason, fue la que encontraron los policías al ingresar a la casa solo horas después del crimen. Más tarde, una versión fue clave para identificar al homicida...

- “Yo sí sé como se llama, se llama Adrian. Es alto. Peleó con mi hermano Jair. Fueron a cuchillos. Adrian tenía cuchillos, él estaba ensangrentado. Le mató en el suelo”. (sic)

El testimonio, que consta en el proceso de la Función Judicial, es del hermano menor de las víctimas, de 4 años. Se hallaba en la casa cuando sucedió este hecho, en diciembre de 2019, en Ambato, Tungurahua. Dos años después, ese Adrian del que hablaba, cuyo apellido es Secuiu, fue extraditado al país desde Lima, Perú.

Freddy Sarzosa, jefe nacional de la Dinased, detalla que aquel sujeto, nacido en Rumanía -país del sureste europeo- hace unos 35 años, había sido contratado por los padres de Jair y Naomi para que hiciera actividades de adecentamiento interno de pintura y colocación de baldosas en la vivienda, situada en la parroquia Pinllo. En ese entonces, el extranjero residía en la provincia.

Un día, cuando los papás viajaron a Ibarra para realizar “gestiones profesionales” -son comerciantes mayoristas de frutas-, el rumano entró al inmueble, donde estaban los tres menores solos, y supuestamente asesinó a dos. Al adolescente le ‘picó’ el cuello. A la niña, la degolló. El más pequeñito se salvó para contarlo...

Secuiu huyó. La Dinased, bajo la dirección técnica de la Fiscalía, inició la investigación y pronto se determinó la presunta responsabilidad del ciudadano rumano. En ese momento la familia aseguraba que el móvil había sido por robo.

Se dispuso la boleta de prisión preventiva para Secuiu. Y, además, se puso en conocimiento de la Interpol para la difusión roja. “A través de las técnicas investigativas se conoció que estaba en Perú”, señala Sarzosa.

El 16 de abril de 2021, los medios peruanos informaron sobre la captura del rumano en Lima. “Gracias al contacto con el embajador de Rumanía en Perú, Gabriel Gafita, se pudo conocer que el procesado había solicitado información de obtención de pasaporte en el mes de agosto de 2020, por lo que se coordinó con las autoridades peruanas su detención”, detalla un periódico local.

El pasado jueves fue extraditado a Ecuador. Llegó al Aeropuerto Mariscal Sucre de Quito. Jhanon Varela, director de la Interpol en el país, confirmó que fue puesto a órdenes de las autoridades. Le espera un juicio por asesinato.