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En esta esquina fueron sorprendidas las víctimas, la noche del pasado lunes, 26 de octubre de 2020. Agencia (ag-extra)Christian Vinueza

Repartió plomo a todos, menos al que buscaba

Un 'gatillero' chueco hirió a tres personas en el sur de Guayaquil, cerca de las casas colectivas de la avenida del Ejército. 

El supuesto robo de un teléfono celular originó un atentado que puso en riesgo la vida de cuatro personas, la noche del pasado lune 26 de octubre de  2020, cerca de las casas colectivas, en el sur de Guayaquil.

En el hecho resultaron heridas tres personas, dos adultos y una adolescente, quienes estaban en la intersección de la avenida del Ejército y la calle Calicuchima.

Los agentes de la Dinased buscaban a alias Tito, el presunto responsable.

En el sitio dialogaban Ronny Troya y uno de los perjudicados, Carlos Carrillo, cerca de las 20:00. El primero, horas antes, supuestamente había recibido amenazas de muerte de parte de una mujer apodada la Diablo, quien se encuentra recluida en la cárcel femenina, de la vía a Daule.

Y de acuerdo a las versiones preliminares habría sido el hermano de ella, apodado Tito, quien presuntamente llegó a bordo de un automóvil, custodiado por otro vehículo, para atacar a Troya.

El jefe policial del distrito 9 de Octubre, Fernando Vaca Moncayo, explicó que se trataba de una hipótesis y que el hecho aún estaba en indagación.

En un reporte de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida (Dinased) se detalla que Troya habría sido responsabilizado de la desaparición de un teléfono celular, pero su madre sostuvo ante los investigadores que presuntamente se trataba de información tergiversada, la cual ponía en riesgo la vida de su hijo.

Ataque

Cuando alias Tito habría llegado a la esquina en la que estaba Troya, supuestamente empezó a disparar sin importar que hubiera otras personas.

Es por eso que quienes resultaron heridos fueron los que estaban alrededor del hombre a quien realmente buscaba.

En la escena, los peritos hallaron 11 indicios de proyectiles. El más afectado fue Carlos Carrillo, con tres heridas en las piernas, seguido por la adolescente, con dos roces en las piernas, y José Carrillo, quien resultó también con afectaciones leves. Todos estaban fuera de peligro, confirmó el coronel Vaca.