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Reos de Quevedo dañaron las cámaras para no dejar pruebas
Dos de los seis fallecidos habían pedido el traslado a otro lugar porque argumentaban que no se sentían seguros en esa cárcel
Recostada junto al cerramiento principal del centro forense de Quevedo, Rosa Anabel Valencia lloraba desconsoladamente la muerte de su esposo Ramón Muñoz y la de su hijo Manuel Marcillo Valencia.
Ambos, que eran investigados por un presunto delito de violación, ocurrido en Quevedo, contra una niña que fue hallada muerta en un pozo séptico, forman parte de los seis asesinados dentro del Centro de Rehabilitación Social (CRS) de Quevedo, provincia de Los Ríos.
La mujer, en medio de su dolor, manifestó que ellos no tuvieron nada que ver con la presunta violación. Justamente el viernes 13 de agosto se les iba a desarrollar una audiencia, por lo que tenía la esperanza de que quedarían libres.
Refirió que un día antes del enfrentamiento en la cárcel, los dos se comunicaron con ella y supuestamente le contaron que habían escuchado que se iban a dar unas muertes por la llegada de dos sujetos al pabellón donde se encontraban ellos.
Otras dos víctimas mortales, Bryan Sebastián Quiñonez Cruel y José Daniel Gaviria Figueroa, eran investigados por los asesinatos de 5 personas. El múltiple crimen ocurrió en la parroquia Venus del Río Quevedo, en el mes de mayo, cerca de donde se captaba dinero del caso Big Money.
Los deudos de Marcos Roca Arana y Rafael Zea Pérez no quisieron referirse al tema. Luego del amotinamiento, la policía ingresó a los pabellones y realizó una requisa en los cuartos donde encontró municiones que estaban escondidas en los retretes.
El director del CRS, Carlos Vivas, indicó que los detenidos dañaron las cámaras de video para que no quede nada registrado.
También manifestó que Sebastián Quiñonez y José Gaviria habían solicitado el traslado a otro lugar porque no se sentían seguros donde estaban.
Se investiga si el enfrentamiento ocurrió entre las bandas delictivas Lobos y Choneros.
La reyerta se habría dado luego de un encuentro deportivo que tuvieron los internos el jueves 12 de agosto. Tras un desacuerdo se formó un enfrentamiento. Un grupo de reos, al parecer, arremetieron contra los guías y policías, a quienes les quitaron las armas de fuego y mataron a seis detenidos. Otros tres resultaron heridos. (DV)