En Zámbiza es cotidiano el hedor a basura y aguas servidas. Quienes viven en esa zona incluso se han habituado a ello, pero siguen sin acostumbrarse al miedo. “Existe el riesgo de que se caiga el puente que une a la parroquia con la Simón Bolívar”, advirtió Reinaldo Arias, presidente del Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) de Zámbiza.

EXTRA llegó al sitio y observó la ‘cascada’ que se ha formado de aguas servidas que llegan de barrios como El Inca, San Isidro o La Kennedy. Esto debido a que el colector de la quebrada Porotohuayco colapsó en 2007. Allí es posible ver restos del concreto que han quedado colgados en el filo de la hondonada. Cuando llueve, se forma la apestosa ‘catarata’.

“El olor es fuerte, uno no puede estar mucho tiempo aquí. No nos hemos enfermado, pero no se puede vivir así”, dijo Segundo López, cuidador de una propiedad cercana.

Lo que era bosque

Pero eso no es todo. A pocos metros se está formando una piscina con el agua sucia, lo que ha hecho que el talud quede aún más vulnerable.

Hay espacios erosionados donde antes había bosque. “Da miedo que llueva porque ya hace un tiempo una pequeña casa se cayó con parte del terreno”, relató el dirigente. No hubo heridos ni fallecidos, pero sí pérdidas materiales porque allí funcionaba un taller.

Los taludes se siguen desmoronando, sobre todo cerca de las bases del puente que fue colocado hace unos 20 años. “Se puede decir que incluso tiene importancia nacional el puente, porque se puede salir hasta la Panamericana, al sur del país”, enfatizó Arias.

Otros sustos

Cerca de la ‘cascada’, a un costado de la avenida Las Palmeras se registró un deslave el pasado 27 de febrero, en el que 11 carros resultaron afectados, pues allí funcionaba el parqueadero de borde del Municipio de Quito para los vehículos por el pico y placa.

En ese caso se aplicó la póliza de responsabilidad civil de la Empresa Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) para responder por los daños causados.

En la evaluación se determinó que sucedió por falta de capa vegetal y desprendimiento de tierra a causa del viento, por lo que se decidió el cierre del parqueadero.

“Una buena parte del bosque se ha ido en los últimos años, aunque nos han dicho que nuestras casas no corren peligro”, comentó Marcelo Simaleza, morador de la zona.

Según la Epmmop, no se han emitido nuevas alertas en ese talud.

Diario EXTRA se comunicó con la Empresa Metropolitana de Agua Potable y Alcantarillado (Epmaps) y la entidad indicó que se realizarán inspecciones en el sitio, para determinar los daños.

También se comunicó con el jefe de Seguridad y Gestión de Riesgos de la Administración Eugenio Espejo, a la que pertenece la zona, pero hasta el cierre de esta edición no envió su respuesta.