La construcción del nuevo aeropuerto de Guayaquil, a pesar de las complicaciones en la vía a la costa, ha sido una constante promesa de las administraciones anteriores, bajo Jaime Nebot y Cynthia Viteri. Actualmente, el proyecto está a cargo de Aquiles Álvarez, quien durante su campaña había propuesto retrasar esta gran obra, ya que no la consideraba una prioridad. Sin embargo, una vez en la Alcaldía, cambió su postura. En septiembre de 2023, Álvarez indicó que, según la planificación, el aeropuerto estaría listo en 2031, aunque con un tamaño reducido.

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En cuanto al fideicomiso destinado a la construcción del nuevo aeropuerto, el proyecto aún no avanza de manera significativa y se sustenta en un fondo gestionado por el Fideicomiso Mercantil Fondo Fiduciario de Desarrollo del Nuevo Aeropuerto Internacional de Guayaquil (administrado por Fiducia S.A. Administradora de Fondos y Fideicomisos Mercantiles), el cual, según Álvarez, alcanzaba aproximadamente 340 millones de dólares en 2023. Sin embargo, este fondo ha experimentado ajustes entre 2023 y 2024 debido a "inversiones en papeles" realizadas por el fideicomiso.

En una revisión realizada por EXTRA sobre las sesiones del Concejo Cantonal de Guayaquil durante el último año de la administración de Aquiles Álvarez, se descubrió que en dos ocasiones el Municipio de Guayaquil ofreció un negocio al fideicomiso: la compra de bonos del Estado. Estos bonos, entregados por el Ministerio de Economía y Finanzas al cabildo como parte de un pago por deudas, son instrumentos de deuda emitidos por el gobierno para conseguir fondos, garantizando al beneficiario un rendimiento semestral.

El Concejo aprobó los convenios interinstitucionales

Estos acuerdos se formalizaron a través de convenios interinstitucionales aprobados por el Concejo Cantonal. Según la documentación revisada, el 14 de diciembre de 2023 se aprobó la primera venta por un monto de $46.568.917. La Fundación Autoridad Aeroportuaria de Guayaquil se comprometió a realizar un primer pago de $24 millones el 15 de diciembre de 2023 y un segundo pago de $22.568.917 a partir del 15 de enero de 2024. El plazo para recuperar el capital es de tres años, con una tasa de interés del 6%.

En una sesión posterior, el 4 de marzo de 2024, la mayoría de los concejales autorizó la firma de otro convenio por un monto de $23.284.458.

La concejala Ana Choez cuestionó esta negociación, señalando que “negociar con bonos del Estado no es algo menor. A mí me parece una operación muy delicada, y, en este caso, no veo que hay un informe de viabilidad de riesgos y tampoco veo que existe una Carta de Instrucción del Constituyente para que este Fideicomiso comparezca a suscribir”

EXTRA también buscó respuestas sobre el destino del dinero que ingresó a las arcas del cabildo, proveniente del fondo destinado a la construcción del aeropuerto, pero la información sobre su uso sigue siendo confidencial.

Un manto "confidencial" sobre el destino de millones de dólares

El director financiero municipal, Jorge Dillon, defendió las transacciones asegurando que las inversiones estaban respaldadas por el propio Estado, y que los fondos obtenidos sirvieron para generar flujo de recursos al cabildo.

En una entrevista con EXTRA el 29 de enero, Dillon explicó que, aunque no recordaba exactamente el destino de los recursos, la mayoría se destinó a obras públicas. “No necesariamente construir nueva obra porque hay una planificación. Hay que honrar a las obligaciones financieras contraídas” señaló sin dar detalles de que obras o trabajos. 

Este Diario insistió en los detalles. Y en medio de lo que contestó dijo que hay información confidencial:

• Periodista: El Municipio de Guayaquil recibió dinero de la Autoridad Aeroportuaria de Guayaquil, ¿qué se hizo con los millones de dólares?
• Director financiero: "Se pagó obra".
• Periodista: ¿Obra de qué tipo? Necesito tener los detalles. Hacia dónde fue el dinero.
• Director financiero: "Uf. No me lo sé de memoria, pero estaba, la mayoría se destinó a obra pública".
• Periodista: ¿Nueva obra?
• Director financiero: "No es necesariamente construir nueva obra porque existe una planificación. Esa planificación hay desembolsos que se tienen que hacer. Hay que honrar también a las obligaciones financieras contraídas. No podemos pagar las obligaciones con bonos. Tenemos que pagar solamente la obra. Entonces ya existía una planificación establecida que tiene que honrarse esos pagos. La mayoría fue a obra en el 2023 (...)".
• Periodista: ¿Qué tipo de obra? Es que usted me dice "obra" y se pueden meter muchas cosas en el saco. (En este momento interviene una de las comunicadoras de municipio y se compromete a pasar la lista de las obras. Luego habla la asistente del director financiero, pero no asegura si se puede dar el detalle del destino del dinero).
• Periodista: Entonces, ¿es posible o no que ustedes puedan identificar hacia dónde se fueron esos millones de dólares?
• Asistente financiera: "Así como la obra tal y eso, lo, lo, o sea (sic)".
• Director financiero: "Sí le puedo, se puede ver un resumen. No le vamos a dar el nombre del proveedor. Obviamente, le vamos a decir para tal tipo de obra se fue".
• Periodista: No me lo pueden dar, ¿por qué motivo?
• Director financiero: "Es que eso es algo muy confidencial de cada, sa (sic)".
• Periodista: ¿Por qué? Sí es dinero público. Son proveedores (de una institución pública).
• Director financiero: "Pero no necesariamente tengo que decir, revelar para qué obra y qué constructor".
• Periodista: No. Eso es dinero público. Es dinero del pueblo. ¿Por qué la confidencialidad?

Al final de la entrevista, el funcionario aseguró que enviaría la información relacionada con los montos de las transacciones de bonos y el detalle sobre el destino de los recursos, pero hasta el cierre de la edición de EXTRA, dicha información no fue proporcionada.

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