Exclusivo
Actualidad
Perdió a su bebé y no pueden sacárselo del vientre
Joven hallada macheteada en Machala también perdió un ojo y presuntamente fue abusada sexualmente
Indignación existe en los pobladores de Machala tras conocer el caso de Lizbeth Bonilla, la joven de 19 años que fue hallada macheteada, presuntamente violada y agonizando en un terreno baldío de este cantón de la provincia de El Oro.
Ella estaba embarazada de 11 semanas y los médicos confirmaron que perdió a su bebé, pero no pueden sacárselo por el estado crítico en que se encuentra.
El doctor Darwin Yupangui Tenesaca, responsable del área de Emergencias del hospital Teófilo Dávila, de Machala, explicó que perdió el bebé a consecuencia de las heridas. “El producto ya no tiene vitalidad, es decir, cuando ingresó al hospital ya estaba en ese estado”, señaló.
Añadió que el feto aún no puede ser extraído por el riesgo que representa para la salud de la madre.
A Lizbeth la mantienen intubada y su esperanza de vida no es alentadora. “Mi hija está totalmente desfigurada, los doctores me han dicho que ha perdido un ojo, los cortes provocaron pérdida de parte del hueso del cráneo”, relató María Bonilla, madre de la herida, quien espera un milagro.
Todo esto ha generado que la ira aumente en el barrio Carmen Bautista, de la parroquia Puerto Bolívar, en El Oro, donde vive la joven. Un día después de encontrarla agonizando, al menos unas 500 personas salieron a la vía Bolívar Madero Vargas. Allí, junto al terreno donde fue encontrada el miércoles 26 de mayo, rechazaron la violencia criminal contra la mujer y con carteles en mano pedían justicia.
Este hecho ha sido condenado también por grupos feministas que están acompañando a la familia de Lizbeth. “Era la única hija mujer de mis cuatro hijos. Ella quería seguir estudiando, pero por la pandemia tuvo que retirarse”, agregó su madre, quien permanece día y noche en los exteriores del hospital público.
El lugar donde fue encontrada la víctima es un terreno abandonado lleno de maleza y basura. Según moradores, los delincuentes se refugian luego de cometer algún acto delictivo. Por esto, los protestantes le prendieron fuego al monte, incluso destruyeron unas casuchas que eran utilizadas por indigentes para dormir.