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Pasean 'armados' de miedo en el Parque Metropolitano
Quienes visitan este espacio lo hacen en grupos grandes o cargando palos por temor a ser asaltados. Usuarios piden más vigilancia y que las estructuras se habiliten.
En la entrada al parque Metropolitano de Quito, en el norte, hay un guardia que asoma la cabeza de vez en cuando al ver pasar a los deportistas. Quizás por la inseguridad que ha despuntado en los últimos días...
También se ve a tres miembros de la Policía Nacional dando vueltas por los senderos, aunque el espacio tiene una extensión de 577 hectáreas. Y la vigilancia no da abasto.
Silvia Castillo es usuaria de estos senderos desde hace 15 años. Ahora camina con un palo en mano. “No tengo otra alternativa, de alguna forma hay que defenderse”, lamenta la mujer.
Va con temor por los espacios que ya conoce. No se arriesga a ir muy lejos de la entrada principal. Aunque ahí tampoco se siente segura, pues dos edificaciones están abandonadas.
“No recuerdo haberlas visto habilitadas o a alguien ahí”, agrega. Sin embargo, sus ventanas con gigantografías de agentes metropolitanos o Policía Metropolitana, como se la conocía hace algunos años, revelan que pertenecerían a esa institución.
A esto se suma una caseta de guardia que parece no haber sido ocupada hace mucho. “Aquí cualquier persona entra, no hay control en el ingreso”, asegura Silvia.
Dentro de las infraestructuras se puede ver que hay un colchón y algunos platos, como si alguien hubiese vivido allí.
“No he visto que salga gente de ahí, pero sí supe que era un sitio para indigentes”, comentó un usuario que no quiso decir su nombre.
También hay unas casetas sin uso que, según el guardia, en algún momento se utilizaron para la venta de comida y snacks, pero desde la pandemia por el COVID-19 quedaron vacías.
Asaltos
Las alarmas saltaron cuando un vídeo se hizo viral en redes sociales el 10 de octubre pasado. Se mostraba cómo un hombre asaltaba a una pareja de ciclistas con un cuchillo.
Nadie salió herido, pero el ataque hizo que otros usuarios también se pronunciaran sobre la inseguridad del parque.
Eso, según Silvia, ha hecho que sus visitantes disminuyan. “Antes siempre había gente, ahora está desolado y eso da más miedo”.
De los pocos que siguen disfrutando de este espacio están los que prefieren hacerlo en grupo. Miriam García y Rita Altamirano no se separan. “No venimos muy seguido, pero cuando lo hacemos es mejor acompañadas”, mencionan.
También vieron las edificaciones abandonadas. “Es un desperdicio de espacio. Quizá la sola presencia de un retén ayude a ahuyentar a los ladrones”, opina Miriam.
Rita cree que una de las soluciones es colocar más cámaras de vigilancia en la zona, pues “es imposible que se dispongan policías que cubran toda el área”.
EXTRA se comunicó con la gerencia de Administración de Parques y Espacios Verdes del Municipio de Quito para conocer sobre el estado de las edificaciones, pero hasta el cierre de esta edición la entidad no designó a ningún vocero.
Desde el departamento de comunicación del Cuerpo de Agentes Metropolitanos informaron que el comandante está ocupado con la intervención del Centro Histórico.