El embarazo en adolescentes representa un desafío económico para América Latina y el Caribe, con un costo anual estimado en 15.300 millones de dólares en 15 países de la región, según un informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

En algunas naciones como Panamá y Surinam, este impacto financiero asciende al 3% del Producto Interno Bruto (PIB), evidenciando las graves consecuencias económicas y sociales de la maternidad temprana.

Desafíos socioeconómicos

El informe titulado "El precio de la desigualdad: El precio de la desigualdad: Las consecuencias socioeconómicas del embarazo en adolescentes y la maternidad temprana en América Latina y el Caribe" detalla los efectos negativos de la maternidad temprana en la vida de las adolescentes.

Se da a conocer que este hecho limita sus oportunidades su desarrollo académico, laboral y genera consecuencias en la salud de ellas y sus hijos. Según el informe, el 88,2% del impacto económico recae directamente sobre las jóvenes madres, mientras que los gobiernos destinan 1.800 millones de dólares al año en atención médica y subsidios.

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Los datos, recopilados entre 2019 y 2024 en países como Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, Honduras, México y Perú, muestran que el embarazo adolescente es tanto una causa como una consecuencia de la desigualdad social.

Factores de riesgo y desigualdades

El estudio destaca que las adolescentes que son madres tienen menos oportunidades académicas y laborales en comparación con aquellas que retrasan la maternidad. De hecho, las mujeres que son madres en la adultez tienen tres veces más probabilidades de completar estudios universitarios y obtener ingresos superiores.

Las adolescentes en situación de pobreza, de zonas rurales o pertenecientes a comunidades indígenas y afrodescendientes presentan mayores tasas de embarazo.

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Pese a algunos avances, la tasa de fecundidad adolescente en la región sigue siendo la segunda más alta del mundo, solo superada por África Subsahariana. Actualmente, 1,6 millones de adolescentes dan a luz cada año en América Latina y el Caribe, lo que equivale a un nacimiento cada 20 segundos.

Estrategias para la reducción del embarazo en adolescentes

Para enfrentar esta problemática, el UNFPA menciona que 35 entidades regionales, incluyendo gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, el sector privado y organismos multilaterales, han impulsado el Movimiento Cero Embarazos en Adolescentes, con el objetivo de hacer de esta causa una prioridad en el desarrollo regional.

Las medidas más efectivas han logrado reducir hasta en un 50% la tasa de fecundidad adolescente en algunos países. Entre ellas destacan el diseño de estrategias nacionales con participación de distintos sectores, el acceso garantizado a servicios de salud sexual y reproductiva, la creación de leyes contra el matrimonio infantil y la promoción de la educación sexual y el empoderamiento juvenil. 

Otro ejemplo, es la alianza entre el UNFPA, el Gran Ducado de Luxemburgo y la República de Irlanda, que busca mejorar los servicios de salud y la educación sexual en comunidades afrodescendientes, criollas, garífunas y miskitas en Belice, Costa Rica, Honduras, Guatemala y Panamá. Según el UNFPA, una inversión de 1,8 millones de dólares en anticonceptivos y educación sexual podría reducir la tasa media de fecundidad en un 36% para 2026.

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