“Compañeros, ¿alguien tiene el número de la Policía? Acaba de bajar un vecino de Moronga y dice que se ha encontrado a una persona fallecida”.

Este fue el mensaje que recibieron en el chat comunitario los moradores del sector rural de Tanda, al nororiente de la capital, la mañana de ayer.

De a poco, los habitantes fueron hasta una curva de la vía de tercer orden que conecta con Malchinguí y vieron a personal del Cuerpo de Bomberos que miraba al fondo del barranco. Se acercaron y descubrieron manchas de sangre en el camino de tierra. Fueron más allá y se percataron de que en la quebrada estaba el cadáver de una mujer, desnudo, bocabajo y cubierto por la maleza.

Los bomberos que acudieron a la escena fueron alertados por una persona que se había resbalado. Sin embargo, al ver el cuerpo de la mujer derivaron la emergencia a la Policía y cercaron la zona.

El mayor José Burgos, de la Dirección Nacional de Muertes Violentas (Dinased) de la subzona Pichincha, indicó que entrevistaron al testigo que hizo el hallazgo y este les relató que, mientras bajaba a dejarle a su hijo al recorrido de la escuela, vio que una camioneta gris de doble cabina estaba parqueada al filo del barranco a las 06:00. Pensó que era un comunero que recogía plantas.

No obstante, cuando regresó, quince minutos después, vio que un sujeto salió de la maleza, se metió en la camioneta y huyó del sitio a toda velocidad. Entonces, él se acercó al borde del barranco y vio el cadáver. Luego avisó a un vecino, quien alertó del hecho en el chat comunitario.

Los agentes presumen que mientras el testigo fue a dejar a su hijo, el supuesto asesino habría bajado el cuerpo de la parte trasera de la camioneta, para arrastrarlo hasta una loma, desde donde se cree que lo lanzó.

Rodrigo Narváez, morador del sector, indicó que en los más de 30 años que él reside ahí, es la primera vez que sucede algo así. Presume que la persona que cometió el crimen debe conocer el lugar o trabaja cerca, porque dicha vía es utilizada solo por los comuneros que habitan la zona.

Narváez no pudo identificar a la víctima porque estaba cubierta con ramas. Hizo un llamado a las autoridades para que realicen patrullajes por la zona, porque este camino lo suelen utilizar los niños para ir a la escuela.

INVESTIGACIÓN

Personal de Criminalística levantó evidencias de las marcas que habían dejado las llantas de la camioneta del asesino y algunas pisadas de zapatos que permanecían en las laderas del barranco. Además, buscaron alguna pertenencia de la víctima, pero no hallaron ninguna.

El cuerpo de la mujer fue extraído del lugar al mediodía y llevado al Departamento de Medicina Legal sin identificación.

El oficial Burgos indicó que la mujer sería de unos 25 años de edad. Añadió que tras realizar la primera inspección del cuerpo, encontraron signos de violencia en los hombros y pecho de la víctima. “Tenía cortes provocados por algún tipo de arma blanca”.

El caso, según el mayor, se está investigando como un presunto femicidio porque encontraron a la mujer sin prendas de vestir y “asumimos que tenía algún tipo de relación con el victimario”.

Burgos mencionó que durante las primeras indagaciones buscaron alguna cámara, desde la Panamericana hasta el lugar de los hechos, para que ayudara a dar con el paradero del responsable, pero no hallaron ninguna.

Ante esto, el oficial enfatizó que entre las principales diligencias técnicas que se efectuarán en Medicina Legal está el identificar a la víctima para conocer su entorno social “y ubicar al autor del crimen”.

También activaron a los agentes del área de desaparecidos, para que verifiquen si en las últimas semanas hay reportes de personas extraviadas en los sectores de Guayllabamba, Tabacundo, Cayambe y Quito.

El oficial sostuvo que por las condiciones del cadáver de la mujer, el crimen no se habría cometido en el lugar y que el responsable solo fue a arrojarlo. “Todo esto fue planificado”.

Cifras alarmantes

El mayor Burgos informó que si se llega a comprobar que se trata de un femicidio, este sería el primero que ocurre en lo que va del año en Pichincha. Sin embargo, en el resto del país, según la fundación Aldea, desde el 1 de enero del 2022 hasta el 5 de marzo se han registrado 28 femicidios. Esto representa un 50% más de casos que en 2021 (ver infografía).

Con esta estadística, la entidad determinó que en el país cada 54 horas asesinan a una mujer y que en 11 de las 24 provincias ha ocurrido por lo menos un femicidio en lo que va del año. Guayas es la localidad con más casos (7).