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Enigmas: Mindo se ha convertido en el 'paraíso' de los duendes
Expertos en temas paranormales aseguran que este lugar está lleno de entes elementales que, según ellos, son guardianes de la naturaleza.
Carmelita Angulo se sienta en una silla de bambú afuera de su casa. Cruza las manos. Cierra los ojos. Reza: “Príncipe de las milicias celestiales, armado del poder divino, precipita al infierno a Satanás y a todos los espíritus malignos que, para la perdición de las almas, vagan por el mundo”.
La mujer, de 89 años, es una de las pocas personas longevas que habitan en Mindo, un poblado cálido ubicado a unos 80 kilómetros, al noroeste de Quito, en el cantón San Miguel de Los Bancos.
Carmelita proclama oraciones cada vez que siente la presencia de algún espíritu maligno. Hace poco, uno de sus gallos apareció decapitado y no sabe si los responsables son entes del más allá. “Hay cosas raras en Mindo”, dice.
En esta parroquia rural, rodeada por bosques frondosos, los habitantes comparten el hábitat con más de 500 especies de aves y plantas. Pero también son vecinos de supuestos seres mágicos y extraterrestres.
Nora Sacoto asegura que su familia ha convivido toda su vida con duendes, desde que llegaron a Mindo, en 1973.
Uno de sus hijos, Luis Urrutia, recuerda que, desde guambra, uno de estos supuestos seres era su pana. La primera vez que lo vio fue cuando jugaba canicas con sus primos. Lo acompañó durante su adolescencia. Incluso, dice que cuando llegaba borracho, el duendecillo lo esperaba en la puerta de la casa.
Hace dos semanas se volvieron a ver. Luis indica que el ente apareció con otros dos de su misma ‘especie’ y le preguntó: “Amigo, ¿ya no te acuerdas de mí?”. Cuando el hombre lo reconoció, se sorprendió porque, según él, “el duende estaba viejísimo”.
Cuando sucedió esto, Luis guardaba reposo porque se contagió de coronavirus. Estaba aislado en un cuarto cerca de una piedra gigante que forma parte de la base de la estructura de la casa.
Su madre menciona que esta roca, de unos cuatro metros, está encantada. Ella dice que los ancianos que le vendieron la casa nunca le mencionaron nada sobre duendes; sin embargo, mindeños que vivían en caseríos le habrían dicho que ese es ‘un portal’.
La mujer afirma que han visto algunos eventos paranormales, entre los más curiosos fue apreciar al fantasma de un hombre sentado y leyendo la Biblia. “Decían que hace años salía una tumba y quemaba las plantas a su paso”.
Nora asegura que Mindo es un lugar mágico y energético. Pero también menciona que existen brujos ‘tapiñados’, pero prefiere no hablar al respecto.
LA MALDICIÓN DE LOS ELFOS
Beronica Juma salió de Mindo hace dos años porque no soportaba la presión de algunos habitantes que la consideraban hechicera. Esto porque, según ella, tenía 15 duendes en la entrada de su restaurante.
Eran pequeños muñecos de toda clase de material y tamaño que le habían regalado amigos y turistas. Algunos habitantes creían que era una bruja y utilizaba a estos pequeños para su beneficio.
Recuerda que en una ocasión un hombre entró a su negocio y le dijo: “Escoge entre el bien y el mal. No hay tintas medias. Esos muñecos son del diablo”. Desde ese día, Beronica empezó a presenciar hechos paranormales.
En un río vio a dos hombres, uno a cada costado, que vigilaban a los turistas que se bañaban. En otra ocasión observó a una mujer debajo de las cascadas, que llamaba a los hombres.
Su sensibilidad a estos eventos fue creciendo tanto que, según ella, podía escuchar los pensamientos de otras personas.
Fue al psicólogo, hizo rituales, tomó medicina natural. Nada funcionaba. Decidió quemar el batallón de duendecillos y salir de Mindo. La noche que lo hizo, Beronica recuerda que soñó con esos entes, pero ‘en persona’. Desde esa ocasión ha dejado de presenciar cosas extrañas.
Ricardo Mera, parapsicólogo y experto en temas paranormales, explica que Mindo prácticamente forma parte de la naturaleza y al ser así convive con sus seres de este mundo y otras dimensiones.
Los duendes, según Ricardo, son seres elementales de tierra que cuidan los bosques o las quebradas. “Viven dentro de las piedras, se dice que moldean las montañas”.
El experto añade que estos seres suelen ser utilizados en la magia blanca o negra. En la primera suelen hacerlo para pedir dinero o bienes materiales. En la segunda, para causar accidentes o “dejar pobre a la gente”.
Sin embargo, Ricardo resalta que las personas que hacen esto deben conocer el elemento tierra, para que los duendes no se vayan en contra de ellos. Añade que, según la tradición esotérica, en la naturaleza hay otros seres según su elemento. Del fuego salen unos espíritus de dragones; del agua, sirenas, y del aire, elfos. “Su misión es cuidar la naturaleza”.
AQUÍ 'TANQUEAN' LOS OVNIS
Mindo, un lugar que geográficamente está situado entre dos regiones, Costa y Sierra, también se ha convertido en un mirador de eventos astrológicos de seres de otras constelaciones.
Cuando era adolescente, Luis vio a un ser que brillaba, era de un color violeta y tenía unas “cosas que le salían de sus extremidades. Brillaba y parecía que buscaba a alguien”.
Beronica también ha visto luces parpadeantes que volaban cerca del poblado y que en ocasiones se escabullían entre los árboles de los bosques. “Dicen que hay una nave atrapada ahí”.
Khristian Almeida, ufólogo y director del Instituto de Estudios Sociales Los Andes (Ilades), señala que Mindo es un centro energético por su fuerza natural y vibracional. Según el experto, ovnis suelen cargar su energía porque su ubicación es estratégica en alineación al universo.
Almeida añade que para analizar la vibra de la naturaleza en Mindo se debe hacer mediante la geobiología, disciplina científica que explora las interacciones entre la vida y el ambiente fisicoquímico del planeta.