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Miércoles de cenizas: Mitos y verdades de la fecha religiosa
Los fieles católicos se preparan para el inicio de la Caresma. Las cenizas recuerdan la humildad y la fragilidad humana
Este 5 de marzo de 2025 es el Miércoles de Ceniza, marcando el inicio de la Cuaresma, un período de 40 días de preparación espiritual para la Pascua y la resurrección de Jesús. Durante esta etapa, los fieles católicos participan en momentos de reflexión y penitencia, renovando su compromiso con la fe. Sin embargo, a lo largo de los años han surgido diversos mitos en torno a esta celebración. A continuación, desglosamos los más populares y aclaramos las verdades detrás de ellos.
(Lea también: Miércoles de Ceniza: ¿Quiénes pueden recibirla y qué hacer después?)
Los mitos más populares
Las cenizas de ramos y no de huesos
Durante este día, los creyentes acuden a las iglesias para recibir una cruz de ceniza en la frente, la cual es elaborada con los ramos bendecidos durante el Domingo de Ramos del año anterior. Este símbolo representa la humildad y la penitencia por los pecados cometidos. Al momento de imponer la ceniza, el sacerdote pronuncia las palabras: "Recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás". Las cenizas no son obtenidas de huesos de animales como se dice.
No hay que bañarse
A lo largo de los años, han surgido diversas creencias sobre qué se debe o no hacer después de recibir la ceniza. Algunas de las más comunes son que no hay que bañarse después de que el sacerdote te ponga las cenizas. Algo que es falso, ya que no hay una norma religiosa que prohíba lavarse después de recibir la ceniza. Algunas personas prefieren mantenerla durante el día, pero otras la retiran de inmediato.
No se debe hacer aseo en casa
No hay ningún fundamento religioso que indique que no se puede realizar limpieza o actividades domésticas durante este día.
¿Quién puede imponer la ceniza?
Comúnmente, la ceniza es bendecida por un sacerdote, pero su imposición puede ser realizada por laicos autorizados. Su verdadero significado es un recordatorio de la humildad y la fragilidad humana, simbolizando la frase bíblica: “Polvo eres y en polvo te convertirás” (Génesis 3:19).
Aunque es una tradición muy arraigada, no es un sacramento ni una obligación. Es un acto simbólico y voluntario que invita a la conversión y al arrepentimiento. El Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo se deben observar la abstinencia y el ayuno. Ello implica reducir la cantidad de comida que se consume. El Código de Derecho Canónico dice: El canon 1251 establece la abstinencia de carne todos los viernes de Cuaresma, a menos que coincida con una solemnidad.
El canon 1253 permite a las conferencias episcopales adaptar estas normas, pudiendo sustituir la abstinencia y el ayuno por otras formas de penitencia, como obras de caridad.
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